Entrevista a Andrés Olivares, Fundador de la Fundación Andrés Olivares

Luchar contra un cáncer es una de las expe­riencias más traumáticas a las que se puede enfrentar cualquier ser humano. En el caso de un niño, la situación se hace si cabe más som­bría, especialmente para su entorno, que vi­ve momentos de frustración por lo que pare­ce a todas luces un castigo injustificado. An­drés Olivares ha vivido en su propia piel todos esos sentimientos, pues en el año 2007 perdió a su hijo Luis, de apenas 9 años. Sin embargo, ha sabido canalizar esa rabia en amor, cariño y abrazos, los mismos que entrega cada día en la fundación que lleva el nombre de su ‘Luisi­llo’, como lo sigue llamando con afecto.

“Gracias a su experiencia, a su enfermedad y, sobre todo, a su enseñanza, hoy podemos ayudar a infinidad de niños enfermos de cán­cer”, sentencia Andrés. El principal objetivo de la Fundación Andrés Olivares es ser un comple­mento al tratamiento médico que los pacien­tes reciben en el Materno Infantil de Málaga, especialmente en el plano emocional. “Quere­mos hacerles sentir queridos, apoyados y abra­zados”, tanto a ellos como a sus allegados, por­que “la parte afectiva, esa mano en el hombro, se echa mucho en falta en el hospital”.

De hecho, Andrés afirma “jugar con ven­taja”, porque “cuando un padre dice ‘¿y tú qué sabrás qué estoy pasando?’, pues nosotros ya lo sabemos, porque lo hemos vivido”. Gracias a esta cercanía, los familiares pueden expresar sus emociones y sentimientos en momentos de mucha tensión. “Se abren mucho más a ni­vel de diálogo, se te entregan”, confiesa.

Además y a pesar de que nació en el año 2010 “en plena crisis”, la fundación también ofrece ayuda económica a las familias que la necesitan, para lo cual su departamento de tra­bajo social hace una evaluación exhaustiva de cada caso. “La desestructuración familiar es grande, porque en muchas ocasiones los pa­dres tienen que dejar de trabajar y seguir pa­gando hipoteca e infinidad de gastos más”, indi­ca el responsable de la fundación, que sufraga desde las estancias fuera de Málaga por moti­vos clínicos a una compra en el supermercado.

“Menos en lo estrictamente médico, esta­mos para todo aquello que la familia necesi­te”, precisa Andrés Olivares. De hecho, la fun­dación ofrece multitud de programas: Apoyo psicológico, nutrición, fisioterapia, logopedia, etc. Además, cuenta con varias terapias alter­nativas como el reiki, que “no es más que un desbloqueo del circuito energético”, o la musi­coterapia, que se imparte cada jueves y sába­do. “La música para nosotros es importantí­sima, porque es una de las grandes moviliza­doras de ilusiones entre los niños”, sentencia Andrés Olivares.

En total, la fundación ayuda directamente cada año a más de 200 niños enfermos de cáncer y realiza una media de 5.000 atencio­nes por medio de sus diferentes servicios. Para hacer frente a esta intensa labor, cuenta en plantilla con nueve personas, además de incon­tables colaboradores, algunos de ellos de gran fama, como Pablo Alborán, Gemeliers, Malú o Javier Ojeda, con el que ha grabado reciente­mente un vídeo para concienciar sobre la im­portancia de la donación de médula.

La importancia de donar médula

“Es algo tan sencillo como hacerse un análisis de sangre para que tus datos pasen a una ba­se que maneja la Fundación Josep Carreras en Barcelona y, si en alguna parte del mundo exis­te un enfermo que es compatible, pues ellos se encargan de coordinar la donación”, señala An­drés Olivares, que quiere romper el mito sobre este procedimiento.

“No tiene ninguna secuela ni efecto secun­dario. En el 95% de los casos consiste en que te saquen sangre por un brazo, que pasa por una máquina que se llama féresis, que coge las cé­lulas que se necesitan, y el resto de la sangre te la vuelven a inyectar en el otro brazo”, explica, haciendo hincapié en que “la gente suele con­fundir la médula ósea con la médula espinal”.

Pese a todo, considera que la población ma­lagueña es “muy solidaria”, pues salvo por la ce­sión por parte de la Diputación provincial de las oficinas que tiene en La Noria, la fundación se sufraga íntegramente gracias a aportacio­nes privadas. “Cualquier evento que organiza­mos logra una gran repercusión, tanto a nivel de asistencia como económico, y hemos orga­nizado cosas tan gordas como dos desfiles de la Legión 501”, finaliza Andrés

Contacto:

Av. del Arroyo de los Ángeles, 50, 29011 Málaga

636 59 09 73

www.fundacionandresolivares.org

Autor del reportaje: Francisco Flores

Fotografías: Antonio Hurtado