Daniel Veiga, peluquero de élite en Málaga

En Málaga, tenemos la gran suerte de contar con grandes profesionales de la peluquería, y es así como empieza mi día de hoy, en busca de un corte de pelo que le dé forma a mi peinado.

Me encuentro en el centro, andando por la calle Muro de Puerta Nueva y veo un salón de belleza espectacular, se llama Daniel Veiga Vitale, lo miro desde fuera y quiero entrar, algo me dice que está diseñado para que te traten como una “reina/rey”. Su decoración y estilo son síntoma de buen gusto y se nota que la calidad prima ante cualquier otra cosa, además, es realmente acogedor, así que me decido a entrar para cortarme el pelo, aunque tengo que confesaros, que lo que he vivido hoy aquí, no es un simple corte de pelo, es una experiencia que todos deberíamos vivir una vez en la vida (o más, claro está).

Daniel, es el gerente del salón y el peluquero/estilista que me ha atendido, ha cuidado los detalles en todo momento, me ha ofrecido un asesoramiento con el que ha conseguido que sienta la tranquilidad de estar en buenas manos, he notado que entendía mi pelo, mis ondulaciones y mis remolinos. He pasado a la zona de lavado de pelo, pero… ¡vaya zona!, la butaca me ha regalado un masaje de los que hacen que olvides donde estás y, por primera vez, no he salido con el cuello torcido de la pila de lavado, incluso diría que se me ha hecho corto (después de que me hayan puesto tres tipos de tratamientos diferentes). Como ya os he comentado, es un sitio especial, donde el trato es exquisito y, por supuesto, no podía faltar la invitación a café o refresco para que te sientas en casa.

Hay una experiencia emocional, que está por encima de la experiencia capilar y es que dentro de un tiempo, tal vez no recuerde que peinado me hizo Daniel, pero os puedo asegurar que no olvidaré como me sentí aquí, porque el valor agregado no es solamente que tiene los mejore productos y lo último en moda, es que te escucha, te comprende y te hace sentir especial. Consigue que todo el que está a su lado, se sienta bien y es que Daniel es un creador de emociones.

Hablar con él ha sido gratificante, porque después de conocer toda su trayectoria y experiencia, que no es poca, me he encontrado con un ser excepcional que pone todas las herramientas que tiene, a disposición del cliente para que se vaya con una sonrisa en la boca. “Puedes venir baja de autoestima, medio depre y hablas con el peluquero, te haces dos o tres cosas y salís feliz, entonces eso no tiene… los momento buenos que se pagan en la vida, no tienen precio” dice sabiamente Daniel.

Veiga me cuenta que él quería estudiar historia de la música, pero su madre le aconsejó que se lo pensara, porque era una carrera de muchos años con poca salida laboral, así que Daniel se decantó por la carrera de farmacia y bioquímica, hasta que transcurridos tres años, dio el salto a la peluquería. El don le venía de familia, ya que su madre fue peluquera hasta que quedó embarazada de Daniel y él, aprovechó todo el material que ya tenía en casa para iniciar su carrera profesional. Es una persona inquieta que no ha dejado de formarse en los sectores de la moda, diseño de moda, patronaje, corte y confección, 4 años de coaching empresarial…

Veiga es una caja de sorpresas y es que durante la conversación, descubro que es hijo de un gallego y una italiana, pero nacido en Buenos Aires, lo cual le enriquece mucho culturalmente. Su trayectoria profesional también tiene mucha riqueza, empieza su formación en Loreal y al poco tiempo le captan de Wella para formar el Top Team, empresa en la que ha sido director artístico en Latinoamérica durante 17 años, en los que pasó de seguir formándose, a formar a otros, casi nada. Durante 3 años, también fue embajador de Schwarzkopf. Y en medio de toda esta experiencia nunca ha dejado de capacitarse, haciendo mucho hincapié en su formación con Vidal Sassoon, todo un referente en el sector.

Y me intriga saber cuál es su pasión, porque durante nuestra charla, descubro que es un gran apasionado de muchas cosas, “la pasión mía, más allá de la peluquería es que cualquier cosa que haga, tengo que hacerla lo mejor posible” concluye Veiga.

Me cuenta que en Buenos Aires, trabajó en una zona muy pija y, los peluqueros que trabajaban con él no querían atender a las personas mayores. En este momento me he dado cuenta de cuanta humanidad habita en Daniel. Me ha estado explicando que él tenía una mirada de mucha ternura hacia las personas mayores, a las cuales les contaba chistes y les decía “barbaridades” para alegrarles el día. Concretamente, recuerda a Nely, la cual quería un montón, iba en silla de ruedas, tenía un dolor crónico y estaba conectada a un aparato que le dosificaba milésimas de morfina para aliviar los tremendos dolores y, él recuerda que a veces Nely entraba con los ojos llenos de lágrimas por el dolor y le decía que iba a la peluquería por lo que se reía con él y por lo bien que se lo hacía pasar, creo que sobran las palabras para definir a Daniel. Pero para que os hagáis una idea de cuál puede ser su filosofía en la vida, replicaré una frase suya, “lo que hace grande a los grupos de seres humanos son las diferencias, no las igualdades”. Lamenta mucho que las diferencias no se vean como algo que nos podría hacer más fuertes. Se nota que es un hombre de mundo que ha viajado mucho y, lo mejor de todo, es que es una esponja para absorber lo mejor de cada sitio.

Después de tanto rato hablando, quiero saber cuál es tu meta, donde quiere llegar con el salón de belleza. “Yo no quiero ganar dinero yo solo, porque creo que todos nos merecemos ir avanzando… quiero ir abriendo otros salones e ir asociando a los mismos empleados que están dentro” confiesa Veiga.

Le he preguntado qué es lo que no soporta del mundo del estilismo y casi sin terminar la pregunta ha respondido, “el ego, no lo soporto, no puedo convivir con un peinador con ego”.

Veiga, también me ha contado que una de las cosas que le encanta de la peluquería, que le parece casi mágico, es cuando alguien va a su salón para prepararse “para ir a alguna fiesta y se hace algún moño, algún peinado recogido y se maquillan, esos cambios así, súper glamurosos me encantan, porque me parece que es un juego súper divertido para jugar, es por un rato, después mañana volvemos a las chanclas y a comer la porción de pizza con la mano si quieres, pero es como un momento de glamour que creo que, a todo el mundo le gusta esa fantasía de sentirlo”, afirma Daniel.

Me cuenta que está súper ansioso porque entre octubre/noviembre va a hacer la primera colección en España, y va a ser en honor del apellido de sus abuelos (la voz de Daniel se entrecorta de emoción al hablar de ellos y es que su sensibilidad no es solo profesional, si no personal también). Le da nostalgia por ellos porque se fueron de su tierra con una mano delante y la otra detrás y formaron su familia y fueron felices, pero nunca pudieron volver a su tierra y esa cuenta pendiente les quedó, de ahí su emoción. También me adelanta que la nueva colección se llamará “Reborn” porque será como un renacer para él.

Quiero saber cómo ve su futuro, “me visualizo súper tanquilo, trabajar aquí me es súper cómodo, súper gratificante, y me siento crecido laboralmente. Me veo los fines de semana leyendo un libro en una sillita en el mar, viajando mucho, planeando cosas, ayudando a la gente que esté alrededor mío a crecer, que eso me encanta…” concluye Veiga.

La conclusión es que Daniel Veiga es un tipo súper carismático, entrañable, con una trayectoria que denota su profesionalidad y una humanidad que le han aportado todas sus vivencias, si queréis comprobarlo, tenéis que visitarlo, es toda una experiencia.

Contacto:

Web: Daniel Veiga Vitale 

Dirección: C/ Muro de Puerta Nueva, 7 

Teléfonos: 951084181 / 615400377

Email: info@danielveigavitale.eu

Autora de la entrevista: Sara Gili