Alba la Merced: Flow en estado puro
Si en vuestras vidas aparecen palabras como cuchillo, luna, agua… y eso os recuerda a Lorca, ahora también estáis obligados a pensar en Alba La Merced. Artista malagueña, que con gusto y orgullo se define boquerona y pasea nuestra bandera por las ciudades en las que actúa. Tiene una sonrisa fresca, joven, llena de vitalidad e ilusiones que se están cumpliendo. Creativa, comprometida y natural, se siente arraigada a la tierra, con los pies en el suelo y unida a todo lo primario, a sus raíces.
Tiene un estilo muy personal, si la escucháis, veréis que en sus canciones tiende a mezclar estilos, aunque tal y como nos comenta a lo largo de la entrevista, está encontrando su propio estilo, que no es uno solo, sino varios entre los que encontramos la mezcla con la canción de autor, con esas letras comprometidas que son lo que realmente mueven a Alba La Merced, pero también encontramos toques de flamenco, de música latinoamericana como puede ser la bossa nova, de folklore español y andaluz, esas canciones de nuestros antepasados que se escuchaban en el campo, como la canción de los cuatro muleros, esos tonos y colores de la música que ella recupera para hacer su estilo más personal.
Alba La Merced es quien es, porque de pequeña tuvo unas circunstancias muy especiales, a sus padres les gusta mucho el teatro y la música, y a pesar de ser profesores, su padre inicio una compañía de teatro en el instituto motivado por el hecho de que Alba comenzó a cantar, componer y tocar la guitarra con 8 o 9 años. La música siempre ha estado muy presente en su vida, su abuela se pasaba el día cantándole flamenco y ella escuchaba música en su casa todo el rato. Como anécdota, nos explica que su abuela le decía que antes de hablar, Alba ya cantaba el fandango de Al Horno, uno de los más típicos de Huelva. Su abuela lo cantaba muchísimo y de tanto escucharlo, le decía que Alba lo entonaba y lo cantaba antes de hablar, aunque ella dice “no sé hasta qué punto es cierto, un poco romántico”. A raíz de todo esto, su padre comenzó a crear obras de teatro que inicialmente hacían en el instituto con la gente del bachillerato y en las que Alba participaba con 9 años, fueron encadenando unas con otras y llevan así más de 10 años. Lo que comenzó como obras grupales se ha ido convirtiendo en obras de teatro donde prácticamente son conciertos suyos, el hilo conductor es el feminismo y está ella con los músicos.
“Yo de chica ya lo tenía muy claro, yo soñaba con hacer lo que estoy haciendo ahora, yo siempre me he visto encima de un escenario” nos confiesa felizmente Alba La Merced, y cuando le preguntamos donde estaban sus límites, nos responde “no, no me ponía límites ni me los pongo”.
Para comprender la pasión que siente por la música y como ésta le eriza la piel, no podemos obviar lo que le pasó hace relativamente poco componiendo una canción que se llama La Barca, ella la define con un ritmo 3X4 que parece un columpio; habla de su infancia, de su pueblo, El Rincón de la Victoria, donde jugaba con sus amigos en una barca, pero fue su subconsciente el que relató toda esa historia, porque no fue hasta que se la enseñó a sus padres que llegaron a la conclusión de que era el relato de sus vivencias en esa barca lo que había escrito en la canción. A raíz de ese descubrimiento, Alba La Merced no podía cantar la canción si llorar de emoción, “de hecho, en un concierto hace poco en Madrid, la canté y empecé a contar un poco de que iba. Estoy acostumbrada a hacerlo sin problema ya, pero justo en el público había dos personas, bueno, un niño y su madre de Madrid que veraneaban en el Rincón conmigo cuando éramos pequeños, entonces yo, fue verlos y ya me derrumbé, canté toda la canción llorando como pude y ya está, pero…” nos cuenta visiblemente emocionada Alba La Merced.
También ayuda a entender su pasión cuando te describe la sensación de estar sobre un escenario como algo adictivo que una vez que lo sientes, no puedes parar, ella se confiesa adicta y dice alegremente que quiere más y más. Describe la sensación como “un estado de flow, o sea, es como que te evades completamente de todo y, solamente estás en el presente puro y auténtico”. Nos consta que no se puede quejar, pues en la actualidad está teniendo bastantes conciertos, le han salido muchos concursos de cantautores, música, está inmersa en un circuito y de ahí la felicidad que irradia.
Su padre es una persona muy importante en su vida, ella sigue su estela porque le ha marcado mucho, es un referente al que sigue y consulta todas las cosas importantes de su vida, le aporta tranquilidad y es la fuente de sus valores, tal y como ella describe su relación, “es un universo que hemos creado nosotros”.
Alba La Merced tiene una madurez en la voz que es bonita de escuchar, entra muy bien, pero hay más, también hay una madurez en sus letras que ocultan la juventud de sus 21 años. Nos relata que cada vez está más desprendida del consejo de su padre a la hora de escribir, de transmitir lo que siente y está creando su propio universo de palabras que se enfoca en temas sociales, por poner un ejemplo, nos habla de la centrificación “es un fenómeno monstruo que está acabando con el alma de nuestros barrios, ya no vemos una mercería Paqui o un bar Lola, ya solo vemos Starbucks, McDonalds y apartamentos turísticos, y es que no se puede caminar por las calles ya, ni alquilar, es horrible” sentencia Alba La Merced. Su objetivo es concienciar a la gente a través de este vehículo que conecta mucho mejor con el alma de las personas, la música.
Define su profesión como apasionante, ilusionante y también difícil, explica que es complicado hacerse hueco y poder vivir de la música, aunque ahora mismo no le mueve el dinero, lo que quiere es hacer concierto y que la escuchen. Aun así, y haciendo caso del consejo de sus padres, tiene un plan B, dedicarse como ellos a la docencia, aunque nos dice que no es lo que más le apasiona.
Alba La Merced se siente arropada y acogida por el feedback que recibe de las salas donde actúa. Nos habla de cosas que mejoraría en Málaga, “el primer punto es que nos dejasen tocar en la calle, que eso en Málaga está totalmente prohibido, nada más dejan tocar en el parque de Málaga… las noticias: son requisado un violín, una guitarra, un no sé qué por exceso de ruido, pero después las despedidas de soltera, los bares y todo eso… Yo no lo entiendo, porque vaya, es de las pocas ciudades que pasa esto, yo en Córdoba salgo a tocar y no pasa nada” finaliza Alba.
Nos explica que la cultura es el motor del mundo, que es algo que mueve un país continuamente y aun así no se valora ni se le da el papel que debería tener en la sociedad, “en el confinamiento, lo que hacía que siguiéramos todos conectados era la cultura, eran las canciones, era que salíamos a cantar el Resistiré, era… (en este momento se nos han puesto los pelos de punta al recordarlo) y después cuando salimos del confinamiento, fue la caída en picado total, vaya, yo tuve suerte, tuve suerte de poder seguir haciendo cosillas, pocas, pero algo hacía, y después bueno, fui retomando, pero hubo gente que, gente grande, personas que hacen macro festivales y así, que lo tenían mucho más complicado que yo, porque no podían hacer nada” recuerda Alba.
El próximo proyecto que tiene en mente es un disco marcado por la canción de autor con una mezcla de flamenco, que es donde se encuentra más a sí misma, donde se siente a gusto, con algo íntimo que también tendrá sus picos de potencia. Ya lo tiene en mente, tiene el nombre, las letras, las canciones compuestas, aun así, explica que no lo va a sacar en 5 meses porque es muy perfeccionista y su problema es la producción, que está buscando a alguien que le proporcione el sonido ella está buscando en cuanto a percusiones, electrónica, etc.
En un futuro, le ilusiona verse cantando en el Cervantes para compartir sus canciones con la gente malagueña.
Si vais a verla, os encontraréis con una confluencia de música, teatro y poesía, que son sus tres grandes pasiones. Lleva un guion preparado que se va modificando según lo que sucede con el público y las propias circunstancias de cada actuación, hilando siempre fino para hacer partícipe al asistente. No son conciertos al uso, va contando historias y hablando de gente y sentimientos que despiertan en ella cada canción, todo está muy estudiado.
Próximamente podremos verla en Granada, donde actúa el día 29 en la sala Misifú. En octubre, el día 7, estará en Alcalá de Guadaira y del 20 al 30 harán una turné por el norte, Galicia, Burgos, Madrid, Oviedo… pero es mejor que la sigáis por Instagram, Facebook y youtube para saber más de ella y de sus actuaciones; buscadla por Alba la Merced, vale la pena apoyar los nuevos talentos que arrancan con tanta fuerza.
Desde Ciudad con Alma, te deseamos lo mejor.
Entrevista realizada por: Sara Gili Gatius
Le deseo lo mejor y muchos éxitos 🙂 🙂
Oleeeeee por esta nueva generación de artistas malagueñas
Es que Málaga es cuna de grandes talentos y esta chica es otro ejemplo más.
Le deseo lo mejor
Una gran entrevista que dejar ver muy a las claras la pasión que tiene por la música. Pues sigue así y conseguirás algo grande.
Le deseo el mayor de los éxitos que seguro le llegarán si sigue poniéndole tanta pasión, Felicidades!!!
Viva ese arte malagueño tan grande que tenemos. Mis mejores deseos para esta chica.
Mucha suerte y muchos éxitos para este chica
Gran artista!, no se la pierdan
Seguro que le va genial en el mundo de la música, mis mejores deseos 🙂 🙂
!! Mucha suerte y muchos éxitos !!