Yoga, el reto de encontrarte a ti mismo
Quizás una amiga te lo recomendó porque ella lo practica y descubrió lo que el yoga le ayudó a incorporar la calma a su vida.
Quizás porque te lo volvieron a recetar en tu centro de salud cuando acudiste por aquellos dolores lumbares que no terminaban de irse.
O puede que porque sientes que necesitas algo distinto en tu vida pero todavía no lo has encontrado.
¿Será el Yoga?
Da igual.
No importa el vehículo que te situó en esta nueva dirección.
Estás aquí.
Ya lo tienes claro.
Es el momento. Ahora.
Vas a comenzar a practicar Yoga.
La rutina diaria se encarga de ponernos en MODO ON nada más abrir un ojo: colegio, coche, trabajo, actividades de ocio, vida social, compromisos…pero es que además, te lo pone francamente difícil para que no puedas hacer mucho por cambiarlo. Seguro que a veces te encuentras fantaseando con ese tiempo libre para ti, o con el silencio, la calma, la quietud. Momento que al parecer solo llega cuando acabamos cayendo rendidos/as como guerreros/as en fase de agotamiento en la cama al final de una extenuante jornada más. Permíteme que lo diga: penoso, si. Nos justificamos pensando que no soy la única persona, que ¿quién no vive así?. Una sobreactivación que acabará convirtiéndose en una exigencia insana hacia nuestro cuerpo que no encuentra la manera de que le prestes atención porque hemos dejado de escucharlo.
“Necesito tomarme un respiro”, “solo necesito tomar el aire y vuelvo”. Seguro que a lo largo del día algunos de estos pensamientos acuden a ti. La respiración es el reflejo de nuestro estado mental: así como estamos, como vivimos, es como respiramos. Tu mente te está lanzando mensajes cada vez más frecuentemente como si fueran piedrecitas que rebotan en un cristal esperando llamar tu atención y que abras la ventana de tu dura cabeza. Cruzando los dedos para que no sea demasiado tarde y que aparezca una contractura que acabe notificándote que ya llegó el día. Tienes que parar. Respira.
Pero, ¿en qué me puede ayudar la práctica del Yoga?
En primer lugar, en retomar la sana convivencia entre tu mente y tu cuerpo. La palabra Yoga viene del sánscrito que singnifica “unir”. Unir mente, cuerpo y alma. Y para ello, el primer paso será conocer y poner en práctica posturas de Yoga (asanas) para familiarizarnos con sus formas y alineaciones.
Ojo!.La publicidad se ha encargado de presentarnos el yoga como una batería de posturas acróbaticas de extrema belleza conseguidas por cuerpos idílicos en los que no acabamos de vernos reflejados/as. Que no te confundan. Todo el mundo puede practicar yoga y cada yoga es único. Preséntate ante él como si estuvieras aprendiendo un idioma nuevo. Con ilusión, curiosidad y como no, constancia. Comenzaremos por el abece para aprender a leer, seguiremos con la escritura y llegaremos a la comprensión y disfrute cuando alcancemos la sincronización de mente y cuerpo que conseguirá llevarte a entablar un sano contacto con el mundo.
Y no lo olvides, solo la práctica repetida hará nacer el hábito. La mente puede comprender con rapidez lo que le muestras pero el cuerpo suele ser lento y necesita apoyarse en la constancia que proporciona la rutina y que acabará consiguiendo que incluyas el yoga en tu vida como una necesidad vital.
Un pequeño ejemplo que quizás te ayude a comprender su enorme potencial. La manera más natural de sentarse para el humano es en el suelo con las piernas cruzadas pero el uso de la silla desde temprana edad, nos ha alejado de él convirtiendo el suelo en un lugar donde nos resulta incómodo permanecer durante largo tiempo. Hemos perdido flexibilidad en la cadera y fortaleza en las lumbares. Cada área de rigidez en músculos y articulaciones restringe nuestra libertad de movimiento.
La práctica del yoga lleva nuestras articulaciones a una completa gama de movimientos que descomprimen y nutren el cartílago articular y restablece la correcta alineación de los huesos.
Se centra fundamentalmente en el trabajo de la columna vertebral, eje principal de la armadura del esqueleto y todo el organismo.
Las asanas o posturas yóguicas afinan nuestro cuerpo como si fueran las cuerdas de un instrumento. Cuando conseguimos que las cuerdas tengan la tensión correcta aparece el sonido armónico, que es la respiración. En este sentido, la respiración se ve favorecida porque obtiene espacio donde se puede dar esa sincronización entre la exhalación ( lo que abandono) y la inhalación ( lo que acojo, mi voluntad).
En general, el yoga es una fuente inagotable de vitalidad, equilibrio y muchas otras cosas que el individuo va descubriendo de sí mismo/a en su camino hacia convertirse ante todo en un mejor ser humano.
Practica el yoga con honestidad hacia tí. Aprende a reconocer de donde partimos, cómo nos encontramos hoy y, sin juzgarnos, permitirnos entrar en una experiencia de autoconocimento a través del cuerpo.
El yoga es conectar. Conectar contigo y respirar.
Recuerda:
- El yoga es una práctica individual que se suele compartir en grupo para un mayor enriquecimiento.
- Existen tantos yogas como personas. Todas las edades y condiciones físicas pueden disfrutarla siendo recomendable ir acompañada/o de una mano experta en la práctica.
- El yoga es la fuente de la juventud, eres tan joven como tu columna vertebral sea de flexible. Así que ponte en marcha.
- Las posturas del yoga expanden tu pecho fortaleciendo todo el sistema respiratorio.
- Las presiones de la vida diaria acaban con grandes cantidades de nuestra energía vital. El yoga nos proporciona muchas posturas reconstituyentes que revitalizan el cuerpo y la mente, e inducen a la calma.
En definitiva, la práctica del yoga libera de incapacidades físicas y distracciones mentales, enfocando tu mente en el “aquí y ahora”, prestando atención a tu cuerpo (mediante el conocimiento corporal y mental de ti mismo/a y una abundante reserva de energía y paz.
Namasté.
Gloria Rico
Instructora de Hatha Yoga
Psicóloga
Buenos días,
Yo descubrí el yoga hace unos años a través de una amiga, y es una de las mejores cosas que me ha pasado, desde entonces veo la vida de otra manera.
Namaste
Hola,
El yoga es fuente de vida y de energía positiva.
Namasté.
Buenos días,
A mi me pasa un poco como a Eva, yo estaba en un mal momento de mi vida y me propusieron ir a una clase de yoga y desde entonces no lo he dejado. Me ayudó a superar ese bache y desde entonces mi vida es otra.
Namasté
Buenos días,
Desde luego que el yoga te cambia la vida y la manera de ver las cosas. Yo empecé a practicarlo hace tiempo y fue todo un descubrimiento, desde aquí invitó a aquellos que no lo han probado que lo hagan, les encantará.
Buenas tardes,
A mi el practicar yoga me ha cambiado la vida, porque he sabido encontrar un yo que desconocía y eso me ha hecho sentirme mejor en todos los aspectos.
Namasté
Buenas tardes,
Yo cuando voy a mis clases de yoga me libero de todas las tensiones que tenga ese día y me siento nueva, me da la vida vamos.
Namasté
Buenas tardes,
O yo encontré al yoga o el yoga me encontró a mi, la verdad no se como ocurrió, pero ocurrió y mi vida dio un vuelco absoluto. Como dice el título, es verdad que te encuentras a ti mismo, te ves de otra manera y eso no sé como explicarlo, pero hace que veas el mundo con otros ojos.
Namasté
Buenas tardes,
Yo también descubrí el yoga por casualidad y bendita casualidad porque los beneficios para la salud y la mente son infinitos.
Namasté
Descubrir el yoga de tu mano fue una suerte y disfrutar de tus clases un privilegio ♀️Namaste
Buenas tardes a tod@s,
Mil gracias por vuestros comentarios, son de agradecer.
¡ Feliz tarde !