Recetas sencillas de Semana Santa para celebrarla en casa

Por la situación excepcional que estamos viviendo, la Semana Santa se ha visto afectada y cancelada. Todos sabemos lo importante que esta es para Málaga y los malagueños, pues tiene alrededor muchas tradiciones e historias que son parte de nuestra ciudad y de nosotros mismos.

Sin embargo, no debemos dejar que el ánimo decaiga, ya que podemos seguir algunas tradiciones de Semana Santa desde casa, como ver procesiones de otros años mientras disfrutamos de algunas de las mejores recetas tradicionales de esta época. Y es que, para mí, la mejor parte de esta semana es llegar a casa de mi abuela y ver que tiene un delicioso potaje preparado o unas ricas tortillicas de bacalao.

Así que, ahora que nos vemos obligados a quedarnos en casa, ¿qué tal si disfrutamos haciendo algunas deliciosas recetas?

Potaje de vigilia

Una receta muy sencilla con cosas que seguro tenemos en casa, porque espero que ante este apocalipsis hayáis comprado garbanzos de sobra. Es broma, por favor no compréis en exceso estos días, no hay desabastecimiento y todos tenemos que comer.

En época de Cuaresma la tradición religiosa dictaba la “vigilia” o prohibición de comer carne, que además de estos 40 días también se extendía a todos los viernes del año. Gracias a esto han surgido recetas impresionantes que continuamos haciendo en nuestras casas como tradición.

Haremos esta receta para cuatro personas, para ello necesitaremos:

300 gramos de garbanzos secos

300 gramos de bacalao desalado

250 gramos de espinacas frescas

2 cebollas medianas

4 dientes de ajo

1 huevo

1 cucharada de postre de pimentón dulce

1 hoja de laurel

Aceite de oliva virgen extra

Sal al gusto

 

Antes de empezar a cocinar debemos de tener en cuenta de si los garbanzos son secos o ya cocidos. Yo suelos utilizarlos ya cocidos, lavándolos antes y añadiéndolos al final de la cocción del guiso para que se impregnen en su sabor. Pero si los usamos secos, habrá que dejarlos 12 horas a remojo en agua con sal. Lo mismo ocurre con el bacalao, para ahorrarnos tiempo podemos comprar un lomo de bacalao ya desalado.

Primer paso: la cocción de los garbanzos

Podemos hacerlos a la manera tradicional, una hora y media a fuego lento en una olla. O usar una olla express, donde tendremos listos los garbanzos en 15-20 minutos. Sea como sea, debemos poner un litro de agua, dos dientes de ajo pelados, la hoja de laurel y los garbanzos ya remojados.

Segundo paso: preparación del sofrito y los huevos cocidos

Mientras se cocinan los garbanzos podemos preparar el sofrito. Picamos fino uno de los dientes de ajo, pelamos las cebollas y las picamos en juliana.

En una sartén ponemos aceite de oliva y freímos el ajo a fuego medio, cuando este tome un tono dorado lo retiramos. Añadimos la cebolla y seguimos sofriendo, una vez pochada apagamos el fuego para que el aceite se atempere. Añadimos pimentón y removemos para que todo se integre.

El huevo lo cocemos en un cazo pequeño durante 10 minutos y lo reservamos para usarlo al final.

Tercer paso: cocción del potaje

Colamos el caldo de los garbanzos para ponerlo en otra olla donde no vaya ni el ajo ni el laurel. Le añadimos los garbanzos y lo ponemos a fuego medio. Una vez empiece a calentar le añadimos el sofrito.

Ahora es el momento de ir añadiendo las espinacas poco a poco, en poco tiempo irán reduciendo su tamaño e incorporándose a nuestro potaje. A menudo debemos ir probándolo para ir corrigiendo de sal y lo dejamos cocinando un par de minutos.

Con el bacalao desmigado, lo añadimos y removemos para que todo se mezcle. Después ponemos el fuego bajo. En cinco minutos estará listo nuestro potaje.

Pelamos el huevo cocido y lo añadimos en pequeños trozos a la cazuela justo antes de servir en la mesa.

Torrijas

No podían faltar en nuestra mesa unas buenas torrijas. La verdad es que este plato deberíamos hacerlo todo el año y no solo en Semana Santa, porque están deliciosas. Para mí las mejores son las de leche, pero cada maestrillo tiene su librillo. Nosotros hoy vamos a explicar una forma sencilla de hacerlas y que queden deliciosas.

Necesitamos:

1 barra de pan del día anterior

1 litro de leche

1 rama de canela

Rayadura de limón

4 cucharadas soperas de azúcar

3 huevos

Azúcar y canela en polvo para rebozar

Aceite de oliva

Primer paso: preparamos los ingredientes

Cortamos el pan en rodajas, dejándolo sobre una fuente y batimos los huevos en un cuenco.

En un cazo ponemos la leche con la rama de canela, las cuatro cucharadas soperas de azúcar y la piel de un limón. Una vez hierva, la retiramos del fuego y la vertemos sobre el pan. Debemos dejarlo reposar para que el pan absorba toda la leche y se empape bien.

Segundo paso: freímos las torrijas

Ponemos una sartén con aceite de oliva virgen en el fuego. Cuando esté caliente pasamos el pan por el huevo y las freímos hasta que estén doraditas.

Al sacarlas las ponemos en un plato sobre papel de cocina para absorber el exceso de aceite. Después, las rebozamos en la mezcla de azúcar y canela.

Y listo, esta receta no tiene más misterios, es sencilla, y le gusta a toda la familia.

Tortillicas de bacalao

Vamos con nuestra última receta de hoy, las deliciosas tortillicas de bacalao. Es otra receta muy sencilla, en la que el truco está en freírlas muy bien para que no queden aceitosas, pero sí crujientes. Así que apunta los ingredientes que vamos a necesitar:

300 gramos de bacalao desalado

Perejil fresco

1 diente de ajo

4 cucharadas de harina de trigo

Unos 200 mililítros de agua

1 cucharada de aceite de oliva para la masa y el aceite que usemos para freír

Sal

1 pizca de colorante

Primer paso: La masa

Ponemos la harina en un bol y la vamos mezclando poco a poco con el agua, hasta que quede una masa algo líquida. Con una consistencia similar a la de la leche condensada. Le ponemos sal, una cucharada de aceite y un huevo batido. Le añadimos la pizca de colorante a la masa que le dará ese color característico que tienen.

Segundo paso: bacalao

El bacalao lo debemos desmigar primero, para después añadirlo a la masa junto al ajo y al perejil muy bien picados. Lo dejamos reposar todo mínimo una hora en la nevera, esto ayudará a que coja más consistencia a la hora de freírla.

Tercer paso: freírlas

En una sartén calentamos el aceite, tiene que estar muy caliente, pero sin llegar a humear. Con una cuchara grande o un cucharón cogemos la mezcla y la vamos vertiendo suavemente sobre el aceite. Cuando esté dorada se le da la vuelta para que termine de hacerse por la otra cara. Al sacarlas las ponemos sobre papel de cocina para que escurran.

Tened en cuenta de que se sirven al momento, pues cuando más ricas están es recién hechas.

Ajobacalao

No podía faltar en nuestro recetario el plato malagueño por excelencia en la cuaresma, nuestro querido ajobacalao. Hoy vamos a poner las cantidades para seis personas, pero yo casi que preparo esta cantidad para mí sola porque me flipa y podría alimentarme de ajobacalao días enteros. Vamos a necesitar:

250 gramos de pan cateto (de dos o tres días antes)

250 gramos de bacalao desalado y sin espinas

2 dientes de ajo

1 guindilla de cayena

zumo de limón

aceite de oliva virgen extra

1 cucharada sopera de pimentón dulce

274 mililitros de agua de cocer el bacalao

Primer paso: desalar

Hay que desalar el bacalao con el tiempo suficiente, dejándolo en agua con la piel hacia arriba durante 24 o 36 horas y cambiándole el agua dos o tres veces. Aunque podemos comprarlo ya desalado. Ponemos el agua al fuego y cuando hierva añadimos la guindilla y el bacalao y lo dejamos unos cinco minutos.

Segundo paso: preparación de los ingredientes

Una vez hecho el bacalao, lo dejamos enfriar y reservamos el agua de la cocción. Luego le quitamos la piel, las espinas y lo desmigamos. Rallamos el pan y lo ponemos en un bol grande, añadiendo el pimentón y la mitad del agua de la cocción, dejándolo reposar unos minutos.

En un mortero majamos los ajos, la guindilla y  el zumo de limón.

Tercer paso: mezclarlo todo

Ponemos el pan y el majao en la batidora, añadiendo el resto del agua de la cocción y poco a poco el aceite. Cuando llevemos la mitad más o menos del aceite, añadimos el bacalao y seguimos mezclando y añadiendo aceite hasta que todo esté ligado.

Y listo, estamos preparados para celebrar la Semana Santa en casa. Siempre hay que ver el lado positivo a las cosas, y aunque sea una pena que se haya tenido que suspender, debemos pensar en el año que viene y, este, disfrutar de las demás tradiciones que rodean esta semana, como son sus deliciosas recetas.

Autora del artículo: Noelia Ruiz