¿Por qué es tan importante donar sangre?

Hoy se celebra el Día Mundial de la Donación de Sangre que sirve para dar reconocimiento y agradecer a los donantes voluntarios por un regalo que permite salvar vidas. Además, de servir para concienciar de la necesidad de hacer donaciones regulares para asegurar el acceso universal de productos sanguíneos seguros y de calidad. La Organización Mundial de la Salud eligió este día pues coincide con el nacimiento de Karl Landsteiner, patólogo y biólogo austriaco, que descubrió los grupos sanguíneos ABO.

La sangre es un componente fundamental de nuestro cuerpo, no es posible vivir sin ella, y, de momento, no se puede fabricar, por lo que la única manera de obtenerla es a partir de donaciones de personas sanas. Y aunque tengáis miedo o respeto a sacaros sangre debemos pensar el fin que este sencillo gesto tiene, pues estamos ayudando a otras personas. La sangre obtenida se destina a tratamientos de muchas enfermedades que van desde enfermedades antes del nacimiento, tratamientos de cáncer, trasplantes, anemias, hasta accidentes de tráfico u operaciones varias.

Y solo en España los expertos dicen que se necesitan unas cinco mil donaciones diarias para cubrir todas las necesidades. Pero no solo por esto es imprescindible que haya muchas donaciones, sino también por el hecho de que la sangre tiene fecha de caducidad. Las células de la sangre están vivas y a medida que pasan los días pierden su funcionalidad, las plaquetas y los glóbulos rojos no duran más de seis días, mientras que el plasma puede ser congelado y durar hasta tres años.

También hay que tener en cuenta que las donaciones de sangre que puede hacer una persona son limitadas, así como que no todo el mundo puede ser donante. Los hombres pueden dar sangre hasta cuatro veces al año, mientras que las mujeres solo tres. Además, han de pasar 60 días entre una vez y otra para que se regeneren los glóbulos rojos. Después hay diferentes cosas que tenemos que tener en cuenta para saber si nuestra sangre es válida o no, por eso hay un procedimiento previo en el cual el personal sanitario nos pide rellenar un cuestionario de salud y nos realizan una entrevista, así como revisan la tensión, la frecuencia cardiaca y el nivel de hemoglobina.

Y por último dar las gracias a todas aquellas personas que alguna vez en su vida han tenido el bonito gesto de donar sangre, y a las que no lo han hecho aún animarlas a hacerlo. La satisfacción que te produce ayudar a otras personas no tiene precio alguno. Y recordad que, si no podéis por cuestiones de salud, no pasa nada, siempre hay otras muchas formas de ayudar.

Autora del artículo: Noelia Ruiz