Manual de supervivencia para las Ferias de Málaga

Ya estamos en agosto y, aunque parece que el verano se nos escapa de las manos, aún queda lo más importante: la feria de Málaga. Ese acontecimiento que todos los malagueños esperamos con ganas para demostrar que no solo en la feria de abril se lo pasan en grande. Feria de día, feria de noche, vino, boquerones, verdiales y mucha diversión es lo que viene a partir del 15 de agosto.

Y bueno, aunque la feria de Málaga sea el gran acontecimiento que todos esperan, no podemos olvidarnos de todas las ferias que tienen lugar en verano en esos preciosos pueblos malagueños. Porque si algo sabemos la gente de pueblo es hacer disfrutar a todo aquel que viene a visitarnos. Y como acaba de pasar la feria del mío (que no estamos tristes de que acabe porque hay otra en octubre, nosotros somos así, sencillos y con tres o cuatro ferias al año) sé lo difícil que es sobrevivir en agosto a una. Por ello hoy os traemos un manual de supervivencia para las ferias, que algunas cosas pueden ser obvias, pero después de tres vasos de vino y un buen baile se nos va el santo al cielo.

Conocer el programa

Toda feria tiene su programa y es humanamente imposible ir a todo, de verdad, no lo intentéis. Por eso lo bueno es dedicarse uno o dos días antes a leerlo y elegir qué actividades son las que queremos hacer (si sois un grupo habladlo tres meses antes que así lo mismo os ponéis todos de acuerdo, yo aún no lo he conseguido). De esta forma podremos disfrutar tranquilamente de la feria y acudir a todo lo que nos interesa sin perdernos nada.

El programa oficial de la feria de Málaga ya ha sido publicado y aquí podéis descargarlo. Pero tened en cuenta que antes de las fiestas de la capital tenemos también las de Canillas de Aceituno, Teba, Valle de Abdalajís, Yunquera, Cuevas de San Marcos y Benalmádena. Poquitos sitios para elegir donde podemos calentar motores, ¿verdad?

Y como recomendación especial fuera del programa, deciros que Hoffman nos trae el espectáculo “La música de tu vida: 70’s, 80’s, 90’s” para todos aquellos que quieran ponerse nostálgicos o quieran pasar un buen rato. Aquí tenéis toda la información:

No morir deshidratados

Que sí, que es muy obvio que hay que beber agua porque madre mía “la calor” que hace en Málaga en pleno agosto (ya podrían haber reconquistado los Reyes Católicos Málaga en octubre, pero bueno). El mantenerse hidratados es importante, y no solo podemos hacerlo con agua. Pero recordad que el hielo emborracha mucho (vamos a echarle la culpa al hielo y no al cartojal que está muy bueno) y las cosas frescas entran muy bien, no vaya a ser que nos pongamos malos y no podamos disfrutar del resto de la feria.

Comodidad, ante todo

A quien le importa como vayas vestido, tienes que ir cómodo y no divino/a de la muerte. A todos nos gusta un buen traje flamenco, eso es verdad, pero no hace falta lucir modelitos imposibles en la feria de día. Lo importante es ponerse algo fresquito, no muy ajustado y que nos permita estar “bailando hasta las diez, hasta que duelan los pies” (como diría Enrique Iglesias. Sé que vosotros también lo habéis leído cantando).

Los zapatos

Si hay algo más importante que la ropa eso son los zapatos, que a nadie se le ocurra estrenar zapatos en la feria, por favor. Yo tengo un truco, te los compras un par de semanas antes y te dedicas a pasearlos por toda tu casa con calcetines gordos puestos. Lo mismo si son unos taconazos y tienes vecinos abajo, subirán a decirte que por favor acabes con su sufrimiento, así que tened en cuenta que la gente también descansa.

Y la verdad es que unos taconazos no son lo más recomendable, pero tampoco lo son las sandalias (por muy fresquitas que puedan parecer). Los cristales y los pisotones son nuestros enemigos en la feria si decidimos llevar chanclas o sandalias, así que mucho ojo.

Si bebes no conduzcas (hagámosle caso al bueno de Stevie)

Y no solo el alcohol es un problema, si ya de por si es una locura conseguir aparcamiento en Málaga sin feria imaginaos el percal. Por eso la EMT va a tener un servicio especial durante los 10 días que te llevarán al Real y al centro. Además, el uso del transporte público no solo supone beneficios para ti, sino que también ayuda al medio ambiente.

Es más, así si el hielo nos embriaga demasiado podremos volver a casa a descansar sin provocar accidentes.

Más información sobre el servicio de la EMT en Málaga: pincha aquí

Más perdida que el barco del arroz

Esa frase es perfecta para definir a ese amigo que se va a por una copa y jamás encuentra el camino de vuelta. Aunque los móviles sean un gran invento, aún no han perfeccionado mucho su batería y su aguante a que le caiga un vaso de cartojal por encima. Por esto no podemos confiar en que si nos separamos de nuestro grupo los vayamos a encontrar llamándolos o mandando un Whatsapp (además, a ver quién escucha el teléfono en mitad de una feria). Así que os recordamos el típico truco de marcar un sitio para que cuando alguien se pierda vaya allí, supuestamente cuando eso ocurre los demás deben ir en su búsqueda (supuestamente).

Es importante que el sitio que marquemos no sea un lugar muy transitado, siempre tendemos a pensar que el lugar por donde pasa todo el mundo es el mejor, pero no. Yo por ejemplo quedé con mis amigos en el árbol de Navidad de la Plaza de la Constitución para ver las luces de Calle Larios, estamos a agosto y aún no me han encontrado. Por eso, buscad un lugar al que todos podáis llegar con facilidad y que no esté “minaico” de feriantes.

Y bueno, seguro que los que sois aficionados a las ferias conocéis algún que otro truco más, por eso os animamos a complementar este manual de supervivencia a las ferias malagueñas en los comentarios. Ya sabéis, a disfrutar del verano, de las ferias y de Málaga.

Autora del artículo: Noelia Ruiz