Manolo Medina: Yo me moriré en un escenario

Hoy nos encontramos en el Hotel Molina Lario con Manolo Medina, nacido en Jerez de la Frontera, pero con el sentimiento de un auténtico “boquerón” más de esta linda tierra. “Para mi Málaga, no solo es un reconocimiento como artista y un nombre, sino que me ha dado una familia, me ha dado amigos, me ha dado mi casa…”, “Málaga es que lo tiene todo. Esto es una bendición de Dios. Pase por donde pase, mire por donde mire, es una maravilla. La gente fabulosa”, nos confiesa Manolo Medina. También nos cuenta que cuando llegó a Málaga, tuvo la sensación de que le ponían una alfombra roja para decirle “venga Manolo, tira para adelante”.

Por si hay algún despistado que todavía no sabe quién es Manolo Medina, es presentador, cantante, actor… es un gran corazón que ha nacido siendo artista y con una manía que le acompaña por todos los escenarios, perfumarse antes de salir a actuar. A sus 10 años, en el festival del colegio y ante dos mil personas aproximadamente, supo que quería estar sobre un escenario toda su vida. Fue cuando el director del colegio les dijo que él les presentaría, porque Randón, que era el niño que tenía que hacerlo, se había puesto malo. “Yo levanté la mano y dije: no, yo salgo. Me miró y dijo: ¿tú tienes preparado algo? Y digo: yo no. Me acuerdo que salí a presentar y cuando me bajé del escenario, estaba mi padre abajo, esperándome. Cuando me bajé, le cogí la mano y le dije: esto es lo mío. Hasta hoy”, relata Medina.

Nos explica que cuando está en el escenario, bien sea por llamar la atención, sentirse observado o que la gente le mire, se siente empujado a ser protagonista de la vida, “no solamente de mi vida, sino de la vida de los demás, si es posible, siempre para bien”, porque tal y como nos cuenta Manolo, “cuando uno se sube al escenario, no sabemos lo que producimos al que tenemos enfrente, lo que le hacemos sentir”.

Nos pone un ejemplo de los que dejan huella y, es que, esperando con su compañero Javier Vallespín, junto al quiosco que hay cerca del desaparecido teatro Alameda, pasó una señora en silla de ruedas y le dijo “Manolo, que venimos a verte”, era finales de agosto y hacía mucho calor, Medina le respondió “chocho con el calor que hace, ¿te vas a venir ahora? Vente para el mes que viene”, a lo que ella respondió “a saber dónde estoy yo el mes que viene”, por lo visto, la señora tenía 102 años muy bien llevados. Esa señora se hartó de reír durante toda la función, y al terminar, se despidieron. A la semana siguiente, en el mismo quiosco, pasó la chica que acompañaba a la anciana, le dio un golpecito en el hombro a Manolo y le dijo, fuiste la última alegría de mi abuela… llegamos a casa, y nos dijo: lo que me he reído, está sembrado el gordito, no sé qué, no sé cuánto y, al día siguiente, ya no despertó. Eso deja marca, y demuestra la importancia de nuestros actos, de cómo podemos influir en la vida de las personas que nos rodean, “el significado que tiene uno para los demás, ¿sabes?”, “Nos necesitamos los unos a los otros. Yo lo único que no necesito en mi vida es al peluquero, por lo demás…” recalca Medina.

Queda claro que como persona es muy grande, pero como profesional no se queda atrás. Nos cuenta sus planes de futuro cercano, en el que nos habla de una obra que verá la luz el próximo mes de marzo, “Tanto monta, monta tanto”, con un reparto de excepción, en el que veremos en el escenario a Manolo Sarria interpretando a Fernando el Católico, Javier Vallespín como Cristóbal Colón, el Morta como Juana la Loca y, Manolo Medina como Isabel la Católica. Las risas están aseguradas con este reparto de excepción.

Eso no es todo, ya que Manolo va a iniciar su andadura como docente en la Escuela de Teatro y Cine de Málaga, con un curso que se iniciará el próximo 12 de enero y durará hasta el 23 de febrero. Serán unas clases semanales que culminarán con la mentorización de los alumnos, ya que su intención es, que una vez termine el curso, todos acaben encima de un escenario interpretando una obra juntos, o haciendo monólogos, dependiendo del nivel que se encuentre entre los asistentes. Lo que nos deja claro a lo largo de la entrevista, es que este curso será algo más que mera interpretación, nos cuenta que también servirá para otras disciplinas como el cante, por ejemplo.

Nos llama mucho la atención cuando hablando con él sobre su gira de la obra “Dos hombres solos sin punto com ni na”, nos relata los diferentes sentidos de humor que existen en un mismo país, “a nosotros nos ha pasado de todo. Evidentemente, Andalucía es Andalucía. Y dentro de Andalucía, el triángulo Sevilla, Cádiz, Málaga, Córdoba es abrir la boca y todo el mundo se ríe. Cuando fuimos por primera vez a Bilbao, los familiares y los amigos nos decían, tened cuidado que no os van a entender, que habláis muy rápido, que el sentido del humor… El teatro Campos Elíseos de Bilbao, creo que tiene setecientas u ochocientas localidades. Cuatro días, cuatro llenos en Bilbao. El director del teatro decía, yo no he visto esto en mi vida aquí. El público, de ese público chino que te está observando ¿sabes? No es de los de cortarte con aplausos, te está riendo y al final es de los que se levanta, se pone en pie y te revienta. En Aranda del Duero tuvimos dos funciones, las dos funciones llenas. Yo lo que escuché en las dos funciones fue, ja ja (risa floja). Cuando terminó la actuación, la gente se puso de pie. Dije, un momentito, por favor. ¿Para qué habéis venido? Es que no lo entiendo. Me dice una, es que somos castellanos, y yo de Jerez. ¿Eso qué tiene que ver? Pero lo gracioso vino después. Cuando estábamos en camerino, llegó el alcalde, ¡Ay qué pelotazo! La gente fuera diciendo que es lo más gracioso que ha visto en su vida, y le digo, Alcalde, si la gente se ríe aquí de esta manera, ¿en un entierro cómo es? Explíqueme como es un entierro aquí… porque yo esto no lo entiendo”, nos cuenta Medina entre otras muchas anécdotas.

Hablando de anécdotas, no podemos dejar de contar la siguiente: “A mí se me ha meado una mujer en el teatro de Málaga… De terminar la función, salimos y vemos a una señora allí y digo, a esta mujer le ha dado algo con el calor, angelita. Le digo, señora, ¿le ha pasado a usted algo? Me dice, que me he meado Manuel. Ese es el mejor regalo que le puedes hacer a un cómico. Es una guarrería, pero es el mejor regalo que le puedes hacer a un cómico, sin duda alguna”, termina Medina.

Otra de las experiencias que han vivido en sus actuaciones Manolo y Javier es, “en Cáceres, cuando salimos, una señora que le había dado una subida de tensión de la risa. De no poder contener la risa, le dio una subida de tensión. Claro, salimos Javi y yo, nos fuimos para la ambulancia, estaban metiendo la camilla y le digo, señora, ¿qué le ha pasado? Me mira la mujer y hace, jajajaja. Nos dijo el médico, iros que la vais a matar. Hemos tenido un público fiel, fiel, fiel. Que ha estado ahí durante nueve años y todavía está”.

Cuando nos ponemos un poco más serios y le preguntamos por el tema del Covid, Medina lo tiene claro “Yo creo que estamos en el principio del fin. Creo. También depende mucho del comportamiento humano… la esperanza es lo último que se pierde y hay que ser positivo”. También nos cuenta que los programadores de los teatros y las giras, están empezando a llamar a los artistas, aunque las condiciones que ofrecen dejan mucho que desear, según Manolo, “en los teatros si hay cien localidades, meto setenta y cinco personas. No, no, porque ahora tienes que poner la distancia de seguridad entre butacas. Entonces si tienes que poner la distancia, cuando te das cuenta, actúas para cuarenta personas. Y así estamos”.

Cuando le preguntamos por su filosofía de vida, Manolo Medina lo tiene claro, “si valoras lo que tienes y sabes lo que tienes, la vida te cambia. Es muy fácil de entender. ¿Tú has dormido esta noche en una cama? ¿Has dormido abrigadita? ¿Te has levantado y te has duchado? ¿Has desayunado? ¿Te parece poco para no darle gracias a la vida las veinticuatro horas? Ya está. La vida es muy fácil, la complicamos nosotros”.

Si nos tenemos que quedar con alguna de las muchas frases interesantes que ha dicho, nos quedamos con “yo he nacido artista y me moriré en un escenario”.

Y para terminar la entrevista, os dejamos el “Test con Alma” que le hicimos:

Autora de la entrevista: Sara Gili