Los suvenires que más triunfan cuando vas de vacaciones

Todos cuando nos hemos ido de vacaciones hemos decidido dejar el último día para comprar algunos regalos para la familia o amigos, pero la mayoría de las veces esos regalos acaban olvidados en cualquier cajón aleatorio de la casa porque realmente es un trasto inservible más. Si queremos que nuestros recuerdos queden para siempre y les encanten a nuestros amigos o familiares, aquí os dejamos una lista de infalibles para no fallar ni volvernos locos a la hora de encontrar un suvenir.

1. Gastronomía

Vayamos a donde vayamos, siempre hay algún dulce o comida típica. Por ejemplo, la morcilla de Burgos, el vino de La Rioja, el salchichón malagueño… Sin duda, es un tipo de regalo diferente, que se disfruta mediante el paladar y que tiene una ventaja enorme por encima del resto: no hay que buscarles un lugar donde guardarlos.

Regalar gastronomía es traer un trocito del lugar y hacer a esa persona partícipe de la experiencia, pudiendo disfrutar con ellos de un momento agradable, y descubriendo así nuevos sabores.

2. Objetos únicos

Es demasiado típico traer un llavero, una camiseta, un posavasos… Los hay en todos los sitios del mundo, la única diferencia es el nombre que llevan. Estos objetos suelen caer en el olvido, y suelen gustar más bien poco (a no ser que a nuestro amigo o familiar le dé por coleccionar llaveros de todos los lugares del mundo). Por eso debemos buscar objetos únicos, que solo se vendan en el lugar que estamos visitando, algo típico de la zona.

Así nos aseguraremos de ser originales, y de traer algo que sí quedará para el recuerdo. Por ejemplo, las máscaras de Venecia; las marionetas en Praga; las biznagas de Málaga…

3. Postales

Puede parecer algo básico, algo soso, pero es que no hablamos de las postales que se venden en cualquier tienda de suvenires, hay que buscar algo más. Por ejemplo, en los museos que visitamos, en la tienda, suelen vender postales preciosas de todos los tamaños de los cuadros que allí tienen. Es como regalar un poco de arte, que enmarcado quedará precioso en cualquier casa.

Por ejemplo, si vamos a París, en el Louvre podemos comprar una postal de la Mona Lisa; o aquí en Málaga, una postal de un Picasso. Es cuestión de pensar un poco en los gustos o el estilo de la persona a la que le estamos haciendo el regalo y elegir en base a eso. También suele haber mercados callejeros con artistas que venden sus dibujos de zonas bonitas del sitio que estamos visitando.

4. Objetos cotidianos

Aunque hemos dicho no a las camisetas típicas de “yo estuve en…” siempre hay objetos cotidianos que suelen ser útiles y que no necesariamente tienen que ser horteradas. Si por ejemplo sabemos que en tal sitio son conocidos por hacer algo, como por ejemplo en Portugal con las toallas, un buen recuerdo que nos podemos traer es una toalla. No hace falta que el regalo tenga escrito el lugar por todas partes, un buen suvenir es aquel que nos recuerda de dónde lo trajimos sin necesidad de tenerlo escrito.

5. Artesanía

Las cosas hechas a mano tienen ese toque de amor, cariño y de ser único que lo hace tan especial. En casi todos los lugares que visitamos hay algún tipo de artesanía típico que podemos conseguir con facilidad. Desde una vajilla hasta unos pendientes con forma de jazmín, se puede conseguir de todo, solo hay que mirar bien.

El mejor truco para elegir un buen suvenir es, sin lugar a dudas, salir de las tiendas típicas de suvenires que hay en todos lados que siempre venden lo mismo y adentrarse en el lugar donde estamos para descubrir aquello que lo hace único. En este artículo os hemos dado 5 ideas magníficas y os animamos a dejar en comentarios otras ideas que tengáis en mente.

Autora del artículo: Noelia Ruiz