Elena Gijón: Su intención no es crecer, es ser la mejor clínica y hacerlo mejor que nadie

Llegamos a Clínica Fajardo y nos atiende muy amablemente la recepcionista. Nos llama la atención el trato familiar que hay entre ella y la directora, lo cual refleja el buen ambiente que se respira. Pasamos al despacho de Elena Gijón, la directora, la cual nos recibe con una sonrisa de esas que salen del corazón, de las que muestran la amabilidad, sencillez y bondad que en ella habitan. Está claro que vamos a descubrir una persona llena de valores, pero también una gran luchadora intrépida que consigue todos sus logros gracias a la entereza que tiene.

El sueño de Elena Gijón es «hacer feliz a la gente», esa es la respuesta que nos da cuando le preguntamos que quería ser de pequeña. Siempre ha buscado trabajos que le han permitido cumplir su propósito, como azafata de vuelo, turismo o atención al cliente entre otras.

Todo dio un giro cuando descubrió el mundo de la belleza estética y entró de lleno en él. Se dio cuenta que era una profesión que hacía feliz a mucha gente. Empezó trabajando como recepcionista para una reconocida empresa del sector y, fue su manera de tratar con los pacientes y de fidelizarlos, lo que hizo que fuese ascendiendo hasta gestionar todas las clínicas que tenían.

Pero el destino haría que su pasión por la belleza y el cuidado del paciente desde la honestidad y el bienestar culminaran cuando entró de directora en Clínica Fajardo, “una de las mejores a nivel de España”. «Por la humanidad que aquí hay, por el doctor, porque a mí me enamora su forma de trabajar y siento una gran admiración por él», esa fue una de las principales razones por las que Elena hizo el cambio.

Es apasionante escuchar cómo explica que ellos nunca miran al paciente como una posibilidad de ganar dinero, si no, como una obligación de conseguir que salga con el mejor resultado posible y sin hacer ningún exceso en las decisiones que se tomen, que lo importante es que el paciente salga contento con la solución aportada y, aconsejarle realmente las cosas que necesite, nunca las que no le hagan falta. Incluso nos comenta como a veces, asesoran a sus pacientes para que no se hagan intervenciones que no necesitan.

En Clínica Fajardo, Elena ha encontrado lo que estaba buscando, hacer feliz a la gente desde la honestidad e integridad, y es que para ella, una de las cosas más importantes, es que, toda persona que salga por la puerta de Clínicas Fajardo, lo haga siendo feliz y que quiera volver o incluso recomiende sus servicios. «Porque nos sale del alma, es algo vocacional, hacer feliz a la gente nos produce felicidad”, añade Elena.

Hablar con ella es recibir el cariño que siente por Clínica Fajardo. Nos cuenta que siempre que ha entrado a formar parte de una empresa, se ha involucrado al cien por cien, que lo trabaja y lo vive como si fuera suyo, que siempre quiere darlo todo para que su trabajo sea efectivo. Pero es aquí donde ha sentido realmente el equilibrio entre su parte profesional y la ética, pudiendo hacer un pack indivisible que la ha llenado de satisfacción por el trabajo bien hecho con una máxima incalculable, mirar siempre por el bienestar del paciente. Su empatía, la cercanía con la que trata a los pacientes, el amor por su trabajo y la experiencia, han sido los factores determinantes para que Elena sea la mejor directora posible para Clínica Fajardo.

El efecto espejo que le produce ver contenta a la gente que se trata aquí hace que se vea trabajando en Clínica Fajardo toda la vida: «Me encantaría poderme hacer abuelita aquí y aportar todo lo que he aprendido». Además, hace especial mención a sus compañeras, quienes también disfrutan trabajando aquí y hacen que el ambiente sea inmejorable. Y ya que hablábamos sobre su futuro, queremos saber cuáles son los planes para la clínica, pues, normalmente, los empresarios buscan el crecimiento de sus negocios, pero Elena tiene una idea completamente diferente, su intención no es crecer, es ser la mejor clínica y hacerlo mejor que nadie. Nuevamente hablábamos de cómo ellos no buscan sacar el máximo beneficio, sino poder vivir de lo que les apasiona y ofrecer a los pacientes los mejores servicios.

Para ser los mejores, no sólo necesitan al mejor doctor y al mejor equipo, pues ya lo tienen, también hay que buscar un cambio, un cambio en la medicina estética: que la gente la use como un complemento a la belleza interior y no como un sustituto. Aunque se suele pensar en la belleza como un tema frívolo, no tiene por qué serlo, el exterior es un reflejo de lo que eres y es por eso que Elena nos dice que lo más importante es «arreglar lo de dentro» para luego pensar en lo de fuera.

Para terminar, la directora de la clínica ha querido, con su experiencia, confiar un consejo a todos nuestros lectores, a aquellos que tienen pensado hacerse un tratamiento e, incluso, a los que nunca se lo han planteado: «Cuando vayas a hacerte algo hazlo con un profesional. Hay mucho desconocimiento y estamos luchando por que esto cambie. Investigad la clínica, el doctor, y no escatimar. No se puede decir «es que aquí esto me vale un poquito menos», no sabemos lo que te están poniendo o lo que no te están poniendo. Esto es un servicio de lujo, está claro que son precios altos, pero lo mejor es apostar por un profesional». Profesionales como Carlos Fajardo, ofrecen confianza y soluciones. Estamos hablando de salud y no sólo de dinero, la seguridad que te ofrece un profesional es mucho más importante que el dinero que te puedas ahorrar.

Turquesa es para Elena la palabra que define la clínica que dirige, un color que tiene mucho significado desde que era pequeña. Lealtad, sinceridad y amabilidad es lo que el turquesa abarca y es, sin lugar a dudas, algo que define muy bien a esta clínica.

Está claro que la conclusión que sacamos nosotras de esta entrevista es que, en las clínicas pequeñas, las que tienen grandes profesionales que llevan muchos años dedicándose a la belleza y la salud, aman su profesión y solo quieren ofrecer lo mejor al cliente, sin la preocupación de seguir abriendo más filiales, solamente centrando sus energías en que la clínica que lleva su nombre y reputación, siga siendo la mejor en su sector.

Es un orgullo tener este tipo de empresas en nuestra provincia, empresas con alma que trabajan con el corazón, haciendo que la salud y la belleza estén en completa armonía.

Autora de la entrevista y las fotografías: Noelia Ruiz