Dialecto malagueño: ¿Cómo hablamos en Málaga? – Parte II

¿Será verdad que el malagueño de nacimiento, el malaguita, “the real boquerón” tiene algo especial? Eh, que no lo hacemos queriendo, es algo que llevamos en los genes, se nos nota en la cara, en los andares. Pero, y esas expresiones que solo nosotros entendemos ¿Qué me dices cuando hablas con un extranjero y se escapa un pechá o un perita? Esa cara de alobao con la que nos miran…no tiene desperdicio.

La cosa es que solo nosotros sabemos la satisfacción de poder expresarse con versatilidad. Es algo que no se puede evitar, ni cambiar, y mucho menos esconder. No podemos, pero tampoco queremos pedir perdón…realmente nos enorgullece.

Que aquí, en nuestros 6 meses (depende del año) de verano, cuando aprieta no es el calor, es la caló.

Que cuando tu amigo te está contando las batallitas de cuando era joven, no te cuenta tonterías, te cuenta chuminás.

Que en Málaga al cuarto día de feria, no te has quedado sin dinero, te has quedao canino. Y por supuesto, no vayas a pedirle dinero a tu amigo el tacaño, o mejor dicho, tu amigo el encogío, mejor pídeselo a tu amigo el apañao. Y ten claro que el último día de feria no estarás cansado, vas a estar guarnío, que básicamente es lo mismo, pero en el siguiente nivel.

Otro tema aparte es nuestra manera peculiar de pedir el desayuno, que no es por nada, pero en eso, el malagueño/a tiene un doctorado en tipologías de café…esto casi que daría para otro artículo. Que si un mitad, un largo, un semi largo, un solo corto, entre corto, un sombra… Sea como sea, pedir un desayuno al más puro “malaguita style” fuera de Málaga, provocará como poco, que el camarero se vaya escopeteao.

Fite tú, que vengas a descubrir ahora, que no hablamos malamente, palabra que, por cierto, ya se utilizaba aquí A.R (Antes de Rosalía). El caso es que aquí se habla mucho en poco tiempo, porque no podemos ni queremos parar de vivir nuestras calles, nuestra gente y nuestra Málaga.

Se podría ver de la siguiente manera; al utilizar este tipo de expresiones, además de conjugar un vocabulario peculiar entendible solo por nosotros/as, también desarrollamos una economía del lenguaje. Un lenguaje que gracias a la gente sigue vivo día a día, ya que siempre surgen formas nuevas de hablar. Al igual que en el resto de Andalucía, en cada parte se conforma un deje diferente, y eso, a mi parecer, es una de las cosas más bonitas que tenemos.

Enorgullécete de hablar como hablas y de cómo ves la vida, que también va implícito en el lenguaje. Creedme cuando os digo que si generalizamos, un malagueño/a (y si me pones, los andaluces), vemos la vida de otra manera. Se podría decir que tenemos una filosofía de vida diferente. Solo tenéis que observar vuestro entorno cuando salís de vuestra tierra, os animo realmente a hacerlo, pronto descubriréis lo que os digo.

Así que, si ya utilizas estas expresiones o las escuchas a diario, sigue usándolas para que no caigan en el olvido. Si, por el contrario, no eres del tipo de personas que las diría, te animo a que entres en este maravilloso mundo.  Verás lo divertido y práctico que puede llegar a ser. Que no os dé vergüenza hablar como os sale, como decía y defendía el gran José María Pérez Orozco, “yo no hablo un mal español, sino un perfecto andaluz”.

Y tú ¿cuál es la expresión que más utilizas en tu día a día?

Autora del artículo: Laura Gutiérrez