De ruta por Marbella
Marbella es una ciudad y municipio al sur de España, en la provincia de Málaga, dentro de Andalucía. Se encuentra en la comarca de la Costa del Sol Occidental y es la sede de la mancomunidad de municipios del mismo nombre, además de ser el centro del partido judicial que lleva su nombre.
Ubicada entre Málaga y el estrecho de Gibraltar, a orillas del Mediterráneo y al pie de la Sierra Blanca, Marbella abarca unos 117 km² de superficie en su término municipal. La autovía y la autopista de peaje del Mediterráneo son las vías principales que conectan con este municipio.
Un poco de historia
En este municipio, se han descubierto vestigios que indican que estuvo habitada desde tiempos del Paleolítico y continuó siendo un lugar de residencia durante el Neolítico. Algunos investigadores sugieren que la Marbella actual podría tener su origen en un asentamiento fenicio, ya que esta región costera de la provincia de Málaga fue frecuentada por estos antiguos navegantes. Sin embargo, no se han hallado evidencias de un asentamiento fenicio significativo, aunque se han encontrado distintas piezas dispersas en varios puntos del área municipal.
En la época islámica, después de que los normandos causaran estragos en las costas de Málaga, los musulmanes fortificaron la zona construyendo un castillo en el siglo X. Posteriormente, erigieron varias torres de vigilancia, conocidas como almenaras, y una muralla que resguardaba la ciudad. Esta área consistía en calles estrechas y construcciones pequeñas con amplios patios. Destacaban entre las edificaciones la alcazaba y la mezquita. El núcleo urbano estaba rodeado de huertas donde se cultivaban principalmente higos y moreras, destinadas a la producción de gusanos de seda.
Ya en la edad moderna, en la Guerra de Granada, el 11 de junio de 1485, Marbella fue tomada por la Corona de Castilla sin enfrentamientos violentos. Los Reyes Católicos la reconocieron como ciudad, convirtiéndola en el centro administrativo de la región y bajo control real. Durante este período se construyó la plaza de los Naranjos, siguiendo el estilo urbanístico castellano, junto con varios edificios históricos a su alrededor.
A partir de 1644, se introdujo el cultivo de la caña de azúcar en la zona, extendiéndose por toda la costa de Málaga y dando lugar a la aparición de molinos de azúcar, como el Trapiche del Prado de Marbella. También en ese siglo se erigieron el Fuerte de San Luis, ahora el emplazamiento del Hotel El Fuerte, y las iglesias del Santísimo Cristo de la Vera Cruz y del Calvario.
Hacia finales del siglo XIX, Marbella tenía una estructura urbana conformada por tres áreas principales: el Barrio Principal, el Barrio Alto o de San Francisco y el Barrio Nuevo. También había tres comunidades más pequeñas alrededor de antiguas ferrerías y la granja-modelo de la colonia de San Pedro Alcántara, además de algunas viviendas dispersas en huertas y cortijos. La población se dividía entre un reducido grupo de terratenientes adinerados y la población general, con una clase media prácticamente inexistente.
Monumentos y que visitar
Marbella está repleta de monumentos y lugares fascinantes para visitar, a continuación os dejamos algunos de los más significativos:
- Plaza del Puente de Ronda: Esta bella plaza constituía una de las 3 entradas y salidas de que disponía la ciudad en la época en que estaba fortificada. Está al principio de la calle Ancha y era el camino por donde llegaban los visitantes de la zona norte de la provincia
- Plaza del Altamirano: Un Rincón bellísimo del Casco Histórico, con su farola central y su empedrado, desde el que se divisa la Torre de la Iglesia de la Encarnación, por la calle Apartada. Desde la plaza, por la calle Mendoza, se llega a la Plaza del Puente de Málaga, una de las tres antiguas salidas de la ciudad. A su alrededor pueden observarse edificios y casonas de antigua raigambre, con sus patios y sus enredaderas floridas casi todo el año.
- Paseo de la Alameda: La Alameda ha sido el orgullo de Marbella durante mucho tiempo. Esta enorme zona verde, auténtico pulmón de la ciudad, data del siglo XVIII y ocupaba en su día una extensión de 20.000 m2 (20% del núcleo urbano) cuyos límites eran al norte las calles Fortaleza y Alameda, al este la Avenida del Mar, al oeste la Avenida Miguel Cano y al sur la Avenida del Fuerte hasta la salida del túnel.
- Cortijo Miraflores: Subiendo por calle Ancha, ya en el barrio Miraflores, encontramos un gran caserón que antiguamente fue trapiche de azúcar de caña y almazara de aceite (o fábrica transformadora) de tracción animal, al que acudía un gran número de recolectores de la zona. Su origen data de 1704, cuando D. Tomás Francisco Domínguez lo edifica, según lo atestiguan los dos blasones en el balcón que corona la entrada.
- Capilla del Santo Sepulcro: Erigida en 1994 sobre el solar contiguo del Hospital de Bazán. Dedicada al Cristo de la Buena Muerte y Nuestra Señora de las Lágrimas por la cofradía del mismo nombre. El paso o trono, uno de los más antiguos de Marbella, data de 1705, según documentos de la época. Cada año, el Viernes Santo, es llevado en hombros por un destacamento de legionarios y procesiona por las calles de la ciudad.
- Jardines y Puente de la Represa: Están situados en el antiguo cauce de un arroyo. El embovedado y rellenado del cauce se realizó en 1968. La Feria de Marbella se celebró aquí durante algunos años. A finales de los ’80 se plantó el jardín y a principios de los ’90 se embelleció la zona del entorno del Museo del Bonsai, colocando el lago, las rocas y nuevas especies arbóreas. El puente es conocido popularmente por el puente de los tirantes; su nombre real es Puente del Sagrado Corazón.
- Casa del Corregidor: El edificio es uno de los más nobles del Casco histórico. Era originariamente de dos plantas (como puede verse en su fachada de piedra), y su estilo es de reminiscencias hispanoárabes, con su álfiz en hueco de la primera planta.
- Hospital Bazán – Museo del Grabado: Ubicado en pleno casco antiguo de la ciudad, muy cercano a los restos de la muralla califal y a la iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación. A través de las estrechas callejuelas, se llega al antiguo Hospital de la Encarnación, hoy más conocido como Hospital Bazán. Se trata de un edificio de carácter renacentista pero marcado por una notable impronta gótico-mudéjar. La fundación del Hospital Bazán fue uno de los acontecimientos más importantes de Marbella por su trascendencia histórica.
- Castillo de Marbella, Alcazaba y Muralla: El castillo es el más importante vestigio de la civilización musulmana que se conserva en el centro Marbella y se inserta en el entramado urbano de lo que se ha denominado Centro Histórico. Su perímetro viene definido por el trazado de las actuales calles Solano, Portada, Arte, Salinas, Trinidad, Carmen, Ortiz del Molinillo y Virgen de los Dolores.
Estos monumentos son solo algunos ejemplos de lo que Marbella tiene para ofrecer; la combinación de historia, arte y belleza natural hacen de esta ciudad un destino encantador para explorar.
Gastronomía
Marbella es conocida por albergar una diversidad impresionante de restaurantes que ofrecen desde la cocina más tradicional hasta propuestas culinarias innovadoras. La ciudad cuenta con una amplia gama de opciones gastronómicas, ya que muchos de sus chefs están a la vanguardia culinaria.
Esta diversidad se debe a la naturaleza cosmopolita de Marbella, donde se puede encontrar una amplia gama de cocinas internacionales, desde platos típicos locales hasta opciones italianas, chinas, japonesas, argentinas, tailandesas, francesas o suecas. Los restaurantes en Marbella representan un verdadero abanico de las diferentes gastronomías del mundo, lo que permite a los visitantes disfrutar de una experiencia culinaria variada y emocionante. Os dejamos alguno de los platos más típicos:
- El pescado: El pescado es el ingrediente estrella en la mesa en Marbella. Desde los sencillos pero deliciosos espetos de sardinas, un plato que nadie debería perderse al visitar la zona, hasta el pescaíto frito, un clásico de la gastronomía andaluza, la cocina de pescado y marisco tiene un lugar destacado. Los jureles, los exquisitos salmonetes del Mediterráneo, los calamares y los boquerones son parte esencial de las frituras, aunque muchos de ellos también se disfrutan a la parrilla o como parte de paellas increíbles de pescado y marisco. La frescura y variedad de los productos marinos hacen que la experiencia culinaria sea extraordinaria en Marbella.
- Las sopas frías: En esta región sureña, los platos estrella son el gazpacho y el ajoblanco, dos de las sopas frías más emblemáticas de Andalucía. Las verduras frescas de las huertas cercanas a Marbella son de una calidad excepcional y se utilizan para preparar estas especialidades culinarias. La presencia de un aceite de oliva de alta calidad realza el sabor de estas hortalizas de manera extraordinaria. Por si acaso resulta curioso para quienes no están familiarizados: el ajoblanco es similar al gazpacho, pero carece de tomate y se hace con almendras.
- Gazpachuelo Marbellero: Es una sopa de yema de huevo y aceite de oliva batidos mezclado con pan, patatas o arroz y clara de huevo cocidas. Se le echa finalmente un poco de limón o vinagre. Este plato típico es delicado preparar, debido a la mayonesa. Se le puede añadir también almejas o coquinas cocidas.
- Cazuela de Cazón con Patatas y Almendras: Los habitantes de Marbella han denominado siempre a este plato como «patatas guisadas», que incluye cazón por ser un pez común en sus aguas y almendra, ya que es uno de los árboles más característicos de la zona. Es ideal cocinarlo y servirlo en una cazuela de barro, donde se mezclan el cazón, agua, hojas de laurel, patatas, un poco de pan, ajo y azafrán para realzar su sabor.
- Rosquetes de Marbella: Los roscos de vino son unos de los dulces navideños más queridos por los visitantes que llegan a Marbella. Son un auténtico clásico en esta ciudad y es raro no encontrarlos en las pastelerías locales. Los rosquetes de Marbella se destacan por su intenso sabor a vino y anís, logrado al combinar estos licores con especias dulces como el ajonjolí o la matalahúva.
Fiestas populares
Las fiestas de Marbella son parte del patrimonio cultural de la ciudad, el legado de la tradición y la cultura de todo un municipio.
En el municipio de Marbella se celebran cada año muchas fiestas populares que animan la vida de la ciudad y reflejan la pasión de los marbellíes por las tradiciones y la cultura local.
- La feria y fiesta más importante de todas es sin duda la de San Bernabé, el Patrono de Marbella junto a la Virgen del Carmen. Se celebra en Junio y durante la semana tanto los residentes como los visitantes disfrutan de todo el encanto y el sabor andaluz.
- La tradición marinera de Marbella se refleja hoy en día en la Fiesta de la Virgen del Carmen, la Patrona de Marbella, celebrada durante el mes de Julio. La procesión que lleva la Virgen desde el Puerto Pesquero en dirección Puerto Banús y vuelta al Puerto Deportivo, es el momento más impresionante de esta celebración.
- La Romería de la Cruz de Juanár, el día 3 de Mayo. Todos los romeros se desplazan a la Cruz, situada en el corazón de la Sierra Blanca.
- Fiesta del Tostón del 1 de Noviembre, una fiesta particularmente tradicional donde la mayoría de las familias aprovechan para disfrutar de un día en el campo con sus seres queridos.
- Semana Santa es otro de los hitos dentro de las actividades culturales de Marbella, convirtiéndose en una expresión religiosa popular de gran calado en la población. En el contexto cosmopolita de esta ciudad perviven nueve cofradías de pasión (incluidas las de Nueva Andalucía y San Pedro Alcántara), integradas en la Agrupación de Cofradías de Semana Santa.
¡Marbella te espera con los brazos abiertos para que descubras sus maravillas! Desde sus monumentos históricos hasta la diversidad de su gastronomía, esta ciudad tiene un encanto único que te atrapará desde el primer momento. Sumérgete en sus calles llenas de vida, prueba sus exquisitos platos tradicionales y déjate sorprender por la belleza de sus paisajes. ¡Ven y disfruta de todo lo que Marbella tiene para ofrecer!
Es una ciudad preciosa con sitios y rincones fascinantes para ver y de la gastronomía ni hablamos porque es toda una delicia para el paladar
Totalmente recomendable su visita
Otra maravilla más de nuestra provincia
Si queréis pasar un día agradable, ver cosas bonitas y deleitar una buena gastronomía, Marbella es una opción ideal, os lo recomiendo
Marbella tiene 1000 y un encantos
Una ciudad maravillosa que debe ser disfrutada
Es una grandísima ciudad con sitios y rincones fascinantes para ver y de la gastronomía ni hablamos porque es toda una delicia
Acabo de leerlo y ya me han entrado unas ganas locas de ir, porque pasa uno un buen día allí
Marbella es que lo tiene todo, excelentes sitios para ver y visitar y luego poder degustar su gastronomía en cualquiera de los bares o restaurantes
Mira que son bonitos los pueblos de Málaga y para muestra Marbella, la que recomiendo visitar
Me habéis despertado todo el interés por ir a visitarla de nuevo…jejejeje
Recomendable 100% ir de visita, se pasa un día estupendo
Yo también le recomiendo, la última vez que estuve pasamos un buen día y por no dar publicidad comimos en un restaurante de la parte antigua de lujo, toda una maravilla
Una excelente opción para ir un finde