Cómo legar las auténticas recetas malagueñas a tu familia
Cada familia tiene sus propias recetas. Son esos platos que en general asociamos a la infancia, y que nos hacen recordar al verano, a las fiestas o a nuestros abuelos. Pueden ser comidas típicas, como una porra antequerana o un ajoblanco, o también inventos originales que solo existen dentro de nuestra familia. De cualquier manera, son recetas que vale la pena conservar. De lo contrario, corremos el riesgo de que se pierdan.
Afortunadamente, hoy es muy sencillo diseñar un recetario familiar. Ya no estamos obligados a conservar las recetas escritas a mano, en hojas sueltas o viejos cuadernos de escuela. Con muy pocos medios, podemos acceder a soluciones más profesionales y duraderas, y de esta forma diseñar el libro de cocina familiar.
El libro de cocina familiar
Hay muchas formas de armar el libro de cocina familiar, pero, en principio, podemos pensar en dos tipos. Por un lado, está la opción casera, que consiste básicamente en diseñar un PDF desde tu computadora personal. Puede parecer desafiante, pero por suerte se trata de algo muy sencillo: basta con descargar una plantilla de algún sitio web especializado en plantillas de diseño. El resultado no será profesional, pero será digno y agradable a la vista.
Por otro lado, también es posible asociarse a una editorial especializada en libros autopublicados. Esto será caro, pero te permitirá trabajar con un equipo de expertos en el arte de editar libros. Casi con seguridad, el resultado final se verá mejor, aunque por supuesto tendrá un costo más alto.
Más allá de la forma que elijas, hay ciertos aspectos que son comunes a ambas. En el fondo, en realidad, se trata del mismo libro; la diferencia está sobre todo en el diseño. Pero el proceso de recopilación y transcripción de las recetas es esencialmente idéntico.
5 consejos para armar tu libro de cocina familiar
Diseñar un libro de cocina no es difícil. Solo requiere paciencia, persistencia, ¡y un buen apetito! A su vez, más allá de cuál sea tu plan original, hay ciertos ideas que te ayudarán a llevar adelante tu proyecto. Por eso, aquí reunimos 5 consejos para diseñar tu libro de cocina familiar.
1. Hazlo colaborativo
El libro de cocina familiar es una tarea compartida. ¡No tienes por qué hacerlo todo tú solo! Haz correr la voz entre tus parientes y verás cómo pronto te empezarán a llegar recetas de coquinas y borrachuelos.
Esto trae dos beneficios muy grandes. Por un lado, simplifica tu trabajo, porque las recetas vienen directamente hacia tí. Por el otro, hace que el libro de cocina se convierta en un asunto realmente familiar, algo que los primos y las tías comentan cuando se juntan los domingos.
2. Mantenlo sencillo
Hoy en día, cualquiera de nosotros tiene acceso, desde su ordenador personal, a varios programas de diseño. Eso puede resultar muy tentador, y puede llevarte a querer hacer algo más que un libro de recetas. Algunas personas, por ejemplo, agregan fotografías; otras escriben anécdotas referidas al plato, o relatan brevemente su historia. Todo esto está muy bien, pero solo si tienes la capacidad y el tiempo para hacerlo consistentemente. Recuerda: cada extra que añadas a tu diseño será un esfuerzo a repetir en todos los casos. ¿De verdad tienes una historia para contar sobre cada una de las cincuenta recetas?
Por eso, para simplificar el trabajo —y para hacer más sencilla la colaboración de parte de tus familiares— lo mejor es reducir el libro al mínimo: los ingredientes, la preparación y una foto sencilla. De esa manera, aumentarás tus chances de convertir a esta tarea en un trabajo en equipo, y te asegurarás de completar el libro.
3. No tiene que ser ya
Los libros son proyectos de mediano plazo. Muchas personas, cuando deciden hacer el recetario familiar, creen que lo podrán resolver en un par de semanas. Entonces atacan la tarea con ímpetu, le dedican mucho tiempo… y luego la abandonan. El problema es que, si realmente queremos reunir las recetas familiares, tendremos que tomarnos un tiempo. Hace falta hacer correr la voz entre la parentela y, de ser posible, probar las recetas en la cocina antes de incluirlas. Eso no se puede hacer en un par de semanas.
Por eso, lo mejor es tomarse esta tarea como un proyecto de unos cuantos meses. De esa forma, sabrás dosificar mejor tu energía, y no correrás el riesgo de abandonar el libro al poco tiempo.
4. No hace falta que sea en papel
La mayoría de las personas, cuando piensa en un libro de cocina familiar, imagina que será un libro en papel. Y es cierto que son más bonitos. Pero también puedes diseñar un PDF, algo mucho más barato, y hacerlo circular de manera online. De esta manera, te ahorrarás mucho dinero, y será más sencillo de distribuir entre tus parientes. Además, ¡siempre puedes imprimirlo después!
Por otro lado, hacer un libro digital también hará que el recetario se actualice constantemente. Siempre podrás agregar más páginas a tu PDF, si lo crees necesario. Esto es muy sencillo de hacer, y no requiere ningún conocimiento técnico; de hecho, si quieres agregar más páginas a tus PDFs, puedes hacerlo online.
5. ¡Diviértete!
¡No olvides que estás haciendo esto por placer! No es una obligación pesada ni una tarea más en tu agenda ya abarrotada. Puedes disfrutar de este proyecto de la forma que más te guste, ya sea conversando con tus parientes o probando todas las recetas. ¡Que tengas buen apetito!
Muy, muy bueno, si señor, porque es verdad que en muchas familias hay recetas extraordinarias y eso se debe de conservar
Este tipo de legado culinario hay que conservarlo porque hay auténticas joyas en forma de recetas
Es un recuerdo muy bonito para una familia 🙂 🙂
Estoy totalmente de acuerdo, esas recetas no deben de caer en el olvido
Que bonito!!!!
Como recuerdo familiar me para estupendo