Un café con Salva Reina

“Creo que Andalucía debería ser el Hollywood de Europa”

Dice que es el más tímido y menos gracioso de su familia. ¿Quién lo diría? Salvador Reina tiene muy presente sus raíces y no olvida sus comienzos, a pesar de que su nombre ya ha brillado en los elencos más prestigiosos del cine español y su humor ha compartido carcajadas con los grandes cómicos de este país. Como empresario, además, ha logrado convertir una cochera en un auténtico cabaret de moda. Y con su propia compañía, Producciones Mona, convierte en obras sus sueños. Pero él sigue viviendo donde siempre y se toma su mitad con humildad en Café Central, donde recibo al equipo de Ciudad con Alma con cariño. Yo -perdón- llego tarde al encuentro.

Aprovecho la circunstancia para preguntarte: ¿eres puntual?

Tengo fama de que no…pero es falsa [ríe]. Es cierto que en mis años de juventud…

 ¿Si?

Aquí tendrías que haberme dicho que sigo siendo joven [bromea].

 Jaja. Es cierto. Gran despiste el mío.

Si, en mis tiernos años de juventud me quedaba dormido y tal. Me despistaba. Ahora soy puntual. Por respeto. Pero si tengo que esperar a alguien, lo entiendo. No soy de los que se da golpes en el pecho.

 Ay. ‘Tempus fugit’. Maldita frase. ¿La tienes en mente?

Conforme cumples años, te das cuenta de que se escapa. Por cierto, tengo 38 y ya digo frases del estilo de: “estos chavales de hoy en día”. Hay ciertas modas que además no es que me gusten o no, es que no entiendo. Me estoy haciendo mayorcete, así que intento disfrutar de cada momento siendo consciente de ese ‘tempus fugit’.

 La verdad, ¿te echas ya cremitas?

No. Pero ya he notado que se me empieza a ver el cartón [suelta una carcajada]. Prefiero llevar la edad con cierta clase. Me parece más atractivo eso que buscar la eterna juventud. Creo que es uno de los problemas actuales. Está en boga con todo lo que conlleva: cero obligaciones y compromisos, irresponsabilidad, diversión…

 Más allá de las huellas, queda el balance: ¿crees que has aprovechado tu tiempo?

Estoy muy contento, he vivido muchas experiencias. Intento vivir con intensidad todo lo que hago. Creo que es uno de los secretos de la felicidad: disfrutar de lo sencillo.

 La felicidad para ti es entonces una actitud.

Creo que si. Sobre todo en esto que te he comentado: ser feliz con lo sencillo y cotidiano. Y eso no está reñido con la ambición de querer hacer muchas cosas.

 Y tantas. ¿Cómo llega un profesor de Educación Física a convertirse en actor?

Llegué a dar clase como interino y lo compatibilizaba con mi trabajo como monologuista en Sinceros. Juanma Lara era el director. Él me cogió para la serie Estudiantes y ahí fue donde lo dejé para dedicarme a ello. A mi padre le dije: quiero ser payaso.

 ¿Y qué dijo tu padre?

Dijo: “um, aham”. Esa historia fue complicada [ríe]. En realidad siempre me he sentido apoyado. Un padre lo único que no quiere es que pases penas. Y yo no he parado de trabajar. Soy cabezón y hasta que no consigo lo que me propongo, no puedo avanzar. Me empeño.

 Y has conseguido muchas cosas, en el mundo de la interpretación pero también de la empresa. La Cochera Cabaret es un gran ejemplo.

Es complicado, costoso y a veces desesperante, pero mi objetivo era crear esa sala. Me da igual como suene esto que voy a decir, pero una ciudad como Málaga, que crece culturalmente en todos los aspectos, no podía dejar de tener una buena red de salas alternativas para la cultura local. ES fundamental. Si hubiera querido pegar un pelotazo, me compro dos pisos en el centro y los alquilo. Pero no. Ese era mi proyecto: convertir un antiguo taller que arreglaba coches en un espacio que arregla almas.

 Siempre en tu Málaga.

Me niego a abandonar mi campamento base en Málaga. Creo que es una ciudad en la que hay mucho por hacer. Hay muchos y grandes profesionales tanto en el área técnica como artística. Y sus conexiones son buenísimas Además es un paraíso y la gente quiere venir a trabajar aquí. Yo creo que Andalucía debería ser el Hollywood de Europa.

Autora de la entrevista: Princesa Sánchez

Fotografías: Antonio Hurtado