Tocar un instrumento o cantar evita el uso excesivo del móvil, combate el Bullying y acoso infantil

El excesivo uso del móvil es la  causa de grandes problemas físicos. Los problemas visuales, cervicales, etc. típicos de una edad adulta han sido ya diagnosticados en la etapa  infantil  además de problemas emocionales como la ansiedad y depresión o el  insomnio y también es la GRAN PUERTA DE ENTRADA para el ACOSO INFANTIL

Tocar un instrumento musical o cantar es una excelente  opción para evitar el *USO EXCESIVO DEL MÓVIL* por parte de los niños , niñas y adolescentes, creando autoestima , lo cual los aleja de la intensión de hacer  bullying , ser víctima del mismo ,  tampoco permiten acoso , ya que al alimentar la autoestima sienten  amor propio y autonomía que les  permite construir un escudo contra estos 2 devastadores ataques que amenazan la salud emocional y hasta la propia vida . Ya son muchos los casos de niños niñas y adolescentes que son  víctimas y hasta llegan al suicidio por ser vulnerables ante depredadores  en las redes sociales haciéndose pasar por alguien amistoso cuando en realidad se trata de pervertidos .

Tocar algún instrumento musical o cantar hace que la ATENCION recaiga en una actividad realmente productiva de bienestar, ya que moldea el  ‘YO», crea  nuevas  conexiones neuronales, moldea la personalidad y  carácter para crear una manera distinta de ver las cosas y por tanto tener un enfoque  diferente se ver la vida. Todo es vibración o energía. Esto hace que nuestra  vibración solo atraiga lo que se parece a nosotros. Hacemos resonancia  con lo que vibra SIMILAR a nosotros por lo tanto nuestro entorno va a repeler todo lo que sea contrario, es por esta razón que el acoso, el bullying , el maltrato y todo lo contrario al AMOR es rechazado por los niños y niñas y adolescentes que han sembrado la semilla musical y cosechando *AUTOESTIMA* a través de la música , lo cual nos hace tomar consciencia de cantar o tocar un instrumento musical que va  más allá de la mera diversión o entretenimiento.

La música como fuente de empoderamiento

La música ofrece a los niños y niñas y adolescentes una vía para expresarse de manera única y auténtica. Al aprender a tocar un instrumento o cantar, desarrollan habilidades de autoexpresión y confianza en sí mismos. Esta sensación de logro y dominio fortalece su autoestima, brindándoles una base sólida sobre la cual construir su identidad y enfrentar los desafíos.

Construyendo resiliencia a través de la música

El bullying y el acoso  pueden tener un impacto devastador en la autoestima de los niños y niñas y adolescentes, socavando su confianza y dejándolos vulnerables. Sin embargo, la música actúa como un escudo emocional, proporcionándoles un refugio seguro donde pueden expresar sus emociones y encontrar consuelo. Al sumergirse en la música, los jóvenes pueden desarrollar resiliencia y aprender a enfrentar el acoso de manera más efectiva.

Fomentando la empatía y la conexión social

Además de fortalecer la autoestima individual, la música también promueve la empatía y la conexión social entre los niños y niñas. Al participar en actividades musicales en grupo, como bandas escolares o coros, los jóvenes aprenden a trabajar en equipo, a apoyarse mutuamente y a desarrollar relaciones positivas. Esta conexión con otros músicos les brinda un sentido de pertenencia y aceptación, contrarrestando los efectos negativos del acoso y el rechazo.

Conclusión

En un mundo donde el acoso infantil y el bullying son desafíos persistentes, la música emerge como una poderosa herramienta la evitar el excesivo uso del móvil, para fortalecer la autoestima y construir resiliencia en los niños y niñas y adolescentes. Al aprender a tocar instrumentos o cantar, los jóvenes no solo descubren su propia voz, sino que también encuentran un refugio seguro donde pueden enfrentar los desafíos con valentía y determinación. Además AUMENTA EL RENDIMIENTO ESCOLAR, al contrario de lo que se cree .La música no solo eleva el espíritu, sino que también construye un futuro más empoderado y compasivo para las generaciones venideras.

Autora del artículo: Nelly Esperanza, profesora de piano y canto