Con qué frecuencia debemos asistir al quiropráctico
Esta es una de las preguntas más difíciles de responder. En primer lugar, la decisión no recae sobre el quiropráctico, ya que éste, puede aconsejar a las personas que asisten al centro el número de sesiones recomendables, pero la última decisión, es siempre del paciente.
Desde el centro Soho Quiropráctica, Sole nos cuenta que las personas que les visitan, llegan con dolores de espalda, lumbares, cervicales, etc., aunque para ellos, lo ideal, sería alguien que fuera sin dolor, que simplemente asistiera a las sesiones para sentirse mejor. Hace mucho hincapié en la falta de cultura del cuidado personal, la necesidad de querernos un poco más. Pone de ejemplo a los dentistas, que, en su día, también tuvieron una ardua batalla para conseguir que la gente se revisara periódicamente la dentadura, aunque no existiera dolor, y que ahora, es algo que está normalizado en la población. Pero la realidad, es que el estado en el que llega la gente al centro, es de cuadros de dolor agudo, con problemas enquistados de hace mucho tiempo y en la mayoría de casos, son personas mayores que cada vez tienen menos recursos naturales para mejorar su estado. Así que, si tienes columna, ve a revisarla.
Sole nos cuenta que, “nadie se imagina que somos profesionales del sistema nervioso, y que éste, lo controla todo, y que si te ajustas la columna, tu sistema nervioso va a estar mejor y por ende, corrigiendo una serie de desequilibrios, todo va a funcionar mejor. Es una forma natural de trabajar nuestro sistema nervioso, que al final es lo que nos hace más individuales, más especiales y más diferentes. Tu sistema nervioso es diferente al mío, lo estimulan una serie de cosas que son tus pasiones, tus virtudes, tus gustos, tus aficiones, tus valores, todo… Cuanto más alineado estés con eso, cuantas menos interferencias tengas en el sistema nervioso, que no deja de ser el cerebro y la médula, que ésta está por debajo de la columna vertebral, mucho mejor será la conexión con todo, incluso te puedes expresar mucho mejor. Por eso, mucha de la gente que viene dice, Sole, necesito que me pongas el contador a cero”.
Nos queda claro, que ir a ajustarnos, tiene mucho que ver con cuidar del sistema nervioso y conectar con lo más profundo de uno mismo, que coexiste en la médula espinal y nuestro cerebro, que al final, no deja de ser nuestro sistema nervioso. Así que, si cuidamos de nuestro cuerpo, nuestra mente también estará mejor, y ese, es el plan perfecto.
Volviendo a la pregunta inicial, ¿cuál sería la frecuencia ideal con la que debemos asistir a las sesiones? Sole nos aclara lo siguiente, “depende un poco de cuanto nos hayamos chafado y cuanto NO hayamos prevenido. Está claro que una señora de 80 años con cinco fracturas compresivas y degenerativas en fase tres, por ejemplo, después de toda la vida dándole caña a la columna, pues no se va a mejorar en dos o tres sesiones, es lógico, y cuando lo explicas, la gente lo entiende. La frecuencia suele ser de dos o tres veces por semana, dependiendo de los daños y, una vez en niños. Hay veces que hay gente que empieza viniendo tres veces a la semana, por ejemplo, gente muy mayor o que ha estado recién operada y necesita rehabilitación o una combinación de las dos cosas, casos así muy concretos, pero por lo general al principio suelen ser dos veces por semana”.
Cuando la gente va a los centros de quiropráctica, tiende a pensar que lo que han sufrido durante toda una vida, lo van a solucionar en dos semanas de ajustes, pero eso solo es así, si llevas unos días con algún dolor superficial, en el caso de lesiones, necesitamos un tiempo para reajustar nuevamente nuestro sistema.
Nos sorprende que nos explique lo interiorizado que tienen los extranjeros el ir al quiropráctico, “en ocasiones, el extranjero te dice que lleva ajustándose toda la vida y, que viene aquí porque está de vacaciones y no está en Australia, que es donde tiene su quiropráctico y vienen aquí a ajustarse, me refiero, ellos lo tienen muy claro y nosotros, sí, hace falta que nos metamos un poco más de caña con eso” sentencia Sole.
También está la gente que va recomendada por otras personas que ya se están ajustando y que los eligen concienzudamente sabiendo que esperar. Al principio la asistencia será más frecuente porque estarán en fase intensiva, progresivamente se irá disminuyendo en función de las revisiones y mejorías que se hagan y finalmente, quedará el mantenimiento, que puede ser incluso, una vez al mes, todo depende de la profesión que se realice, si eres peluquera y estás todo el día de pie con la cabeza agachada, puede que tu cuerpo se resienta antes que el de un jubilado que se da sus paseítos al solecito y se cuida y come sano, por muy mayor que sea, si ha hecho esa fase intensiva acorde a sus condiciones, el mantenimiento, puede ser una vez al mes, porque no está sometido a tanto estrés de fuera, no se está castigando tanto.
El resumen sería, tal y como dice Sole, “es mucho más rentable ahora mismo que estamos bien, mantenernos un poquito en esta dinámica, que no ir dando picos, porque eso sí que sale caro para la salud y para nuestro bolsillo”.
Más información:
Web: www.sohoquiropractica.com
Email: info@sohoquiropractica.com
Dirección: C/ Barroso nº 14 – Málaga
Teléfono: 952-60-78-99
Autora de la entrevista: Sara Gili Gatius
Buena pregunta la que hacéis 🙂 🙂 yo pienso que acudir al quiropráctico debería ser como por ejemplo ir al dentista de vez en cuando para que nos hagan revisiones y ver que todo vaya bien, pues aquí lo mismo, ya que hay que tener en cuenta que la columna es el eje de nuestra movilidad y por ende de nuestra salud.
Llevas razón Aurora, deberíamos tenerlo más interiorizado lo de ir al quiropráctico como ocurre en otros países, y no acudir como recurso final cuando estamos fastidiados