Situado en la zona oriental de la provincia de Málaga, viajamos hasta Comares. Cuna de verdiales, referente en turismo activo y con un gran legado histórico, fruto de los diferentes pueblos que decidieron asentarse desde la época prerromana
Comares, conocido como el Balcón de la Axarquía, ocupa un lugar privilegiado entre las plazas y villas más destacadas de esta comarca. A 40 km de la capital malagueña, nos encontramos con este municipio asentado en una atalaya natural y formado por barrancos, caseríos y cortijos, que lo convierten en un entorno atractivo para los amantes del llamado turismo activo o ecoturismo.
Su legado histórico no se queda atrás. Asentamientos y fortalezas de fenicios, romanos, árabes y cristianos desde el 300 a.C., han dejado su huella en esta tierra, convirtiéndola en referente monumental de la Costa del Sol. Es también marquesado gracias al título que recibió Don Diego Fernández de Córdoba, por los Reyes Católicos, como consecuencia de su participación en la captura de Boabdil en 1483.
Cuna de verdiales, declarados Patrimonio de Interés Cultural en 2010, celebra cada 21 de julio su tradicional Festival de Verdiales. Junto a los estilos de Los Montes y Almogía, el municipio suma el suyo propio, completando así los tres verdiales característicos de la provincia malagueña.
La gastronomía completa la gran oferta turística de Comares. Aceites, vinos y almendras constituyen la principal riqueza del municipio, siendo éste parte de la ruta del aceite, el vino y la pasa.
Sin aún no he logrado despertar tu interés, su completa oferta de actividades harán que te asomes, como dice su eslogan, hasta esta villa: rutas en burro taxi, senderismo, escalada, vías ferratas, excursiones en bicicleta por zona de montaña o, incluso para los más atrevidos, lanzamiento en la tirolina más grande de España anclada en una paraje natural. No deberás perderte sus visitas culturales como el Comares musulmán, que encontrarás en el casco urbano; conocer los restos arqueológicos en la Meseta de Mazmúllar, declarada monumento histórico artístico desde 1931; o adentrarte en su iglesia y castillo, ambos reconocidos como bienes de interés cultural desde 1985.
Autora del artículo: Isabel Alba